Foto: Louis Mainet
El año pasado fue excepcional para la industria relojera suiza, marcando un récord en volumen y valor. A pesar de cierta suavidad en julio, la tendencia positiva se mantuvo fuerte en agosto y, con las compras de Navidad y Fin de Año, se espera que en 2024 continúe la tendencia positiva.
De hecho, varios estudios de mercado como el de Deloitte (que cumple ya 10 años) están revelando un moderado optimismo por parte de más de 75 ejecutivos de la industria relojera suiza. Todos están esperanzados en su conjunto, pero con ciertos signos de cautela.
El informe destaca algunos desafíos clave que enfrenta la industria. La mano de obra calificada emerge como una preocupación, ya que la formación de relojeros cualificados lleva tiempo. Para abordar esto, algunas marcas están invirtiendo en programas de aprendizaje y estableciendo sus propias escuelas de capacitación.
La gestión activa del mercado de segunda mano, en constante crecimiento, también se destaca como una estrategia para controlar la oferta y mantener la alta cotización de los relojes.
La sostenibilidad se ha convertido en un tema importante, impulsada tanto por la demanda del mercado como por el compromiso proactivo de las marcas. Los consumidores, especialmente los más jóvenes, valoran cada vez más la sostenibilidad en la producción de relojes, incluida la trazabilidad ética de los materiales. Las marcas están respondiendo a esta tendencia, adoptando prácticas más éticas y transparentes.
En términos de tendencias y metodología de la encuesta, se destaca que las marcas están adoptando enfoques más éticos y transparentes, utilizando tecnologías como blockchain para mejorar la trazabilidad.
El principal acontecimiento que tuvo lugar en la industria fue la adquisición de Bucherer por parte de Rolex en el sector minorista. De hecho ésta destaca como una de las mayores transacciones de fusiones y adquisiciones en la industria en años. La incertidumbre persiste sobre si Bucherer seguirá siendo un minorista multimarca o se convertirá en un distribuidor exclusivo de Rolex.
La experiencia del consumidor se vuelve crucial en un entorno en constante cambio. Se observa un cambio hacia una experiencia de compra más personalizada. Además, los eventos y ferias como Watches & Wonders, se perciben como lugares significativos y con propósito para las marcas.
A pesar de la incertidumbre geopolítica, que es otro de los escollos del sector, el mercado del lujo, incluida la industria relojera suiza, demuestra resiliencia.
Los consumidores continúan buscando experiencias de recompensa y emociones positivas, lo que mantiene la demanda en niveles sorprendentemente altos. Si bien se puede hablar de caída moderada por parte de los pudientes consumidores chinos, India ha dado un poderoso impulso a la industria.
El aumento de la calidad de falsificaciones presenta un desafío significativo, dificultando la diferenciación entre relojes auténticos y falsos. La advertencia sobre la importancia de investigar y comprar de vendedores confiables resalta la necesidad de vigilancia. Y es que el robo de relojes en una lacra creciente.
No obstante, se está produciendo paralelamente un aumento en las coberturas de seguros de relojes de lujo, como la que ofrece Watch Cercificate. Además, existe un creciente número de páginas web que registran relojes sustraidos que en bastantes casos se pueden llegar a recuperar con ayuda de los propios mecanismos antirrobo que tiene los relojes más exclusivos.
Y me centro ahora en una de las principales compañías del sector. Según su informe financiero de fin de año para el Grupo Swatch, 2023 fue un año desafiante marcado por la apreciación del franco suizo, que recortó las ventas netas en un 7,5%. Sin embargo, a pesar de este obstáculo, las ventas globales aumentaron un 12,5% a tipos de cambio constantes.
La inversión en propiedades estratégicas, como la ubicación privilegiada en Old Bond Street, refleja la expansión del grupo en el negocio inmobiliario. Este crecimiento es evidente en el aumento del margen operativo al 17.2%, generando un beneficio operativo de 1.300 millones de euros.
Las marcas del Grupo Swatch, Omega, Tissot y Longines destacaron por su crecimiento en los segmentos de precios bajos y medios. Omega, como cronometrador oficial de los Juegos Olímpicos de París, espera un impulso publicitario significativo.
Las perspectivas para 2024 son optimistas, especialmente en la recuperación de los mercados asiáticos. El crecimiento de dos dígitos en regiones como Hong Kong, Macao, Tailandia, Japón y sobre todo India, sugiere que la fortaleza previa del Grupo en Asia continúa siendo una ventaja competitiva. Todo a pesar de la creciente debilidad de la economía china, en la que Swatch sigue teniendo millones de fieles consumidores.
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