¿Cuánto cuesta a los ciudadanos el nivel de vida de los Trump?

En su primer mes en la Casa Blanca, los gastos de los Trump se dispararon. El Servicio Secreto, la seguridad local y los trayectos en el Air Force One para horas de asueto, golf y mítines electorales suman cantidades que van más allá de lo que hasta ahora habían costado a las arcas públicas otras familias presidenciales.

La primera dama, Melania Trump, vive de momento con su hijo Barron en Nueva York, hasta que termine el curso escolar. Mientras, el presidente está a diario en la Casa Blanca, su esposa e hijo menor mantienen el tríplex de la Torre Trump de Manhattan como residencia principal, con un coste de 308.000 dólares al día en seguridad, que cubre la ciudad de Nueva York, según un comunicado del Jefe de la Policía de NY, James O’Neill. Son ya más de 25 millones de dólares desde que Trump tomó posesión. El trabajo es doble: proteger a la primera familia y a los residentes en la ciudad, porque “la torre representa ahora un objetivo para aquellos que quieran cometer atentados terroristas contra nuestro país”. 

Donald Trump, además, viajó tres fines de semana consecutivos a su club de lujo en Florida, Mar-a-Lago, en sus primeras cuatro semanas de presidencia. Estos viajes habrían costado alrededor de 10 millones de dólares, según un cálculo estimado del diario The Washington Post, que se basa en un viaje de similar trayectoria y duración de Barack Obama en octubre de 2016, recogido en la Oficina de Contabilidad del Gobierno. Los gastos anuales en viajes del presidente Obama ascendieron a 12,1 millones de dólares y un total de 97 millones en sus ocho años en la Casa Blanca. “Los viajes de la familia Trump cuestan al mes a los contribuyentes casi lo mismo que los de Obama en un año entero”, titula la revista Forbes.

Antes de ganar las elecciones, Donald Trump solía criticar a su antecesor por sus días de golf o por pasar las navidades en su rincón natal de Hawaii. “Las vacaciones del presidente Barack Obama cuestan a los contribuyentes millones de dólares. ¡Increíble!”, escribió el magnate en enero de 2012. Y en su primera entrevista tras su victoria en el programa 60 minutos de CBS, el entonces presidente electo de Estados Unidos dijo que no creía que fueran a irse mucho de vacaciones “porque hay mucho por hacer”. No es Trump el primer presidente, en cualquier caso, en irse de fines de semana. Desde la casa de verano en la costa noreste de los Kennedy, al rancho californiano de Reagan o el texano de Bush, muchos han disfrutado de retiros. Habrá que ver si con la misma frecuencia.

Hasta ahora, la cuenta de gastos de los Trump presenta un ascenso notable desde su primer mes en la Casa Blanca. Trump utilizó el avión presidencial hace unos días para lanzar el primer mitin electoral en Florida, solo tres meses después de ganar las elecciones, pese a que esto es algo que él también siempre había condenado de Barack Obama durante la campaña presidencial de 2016. Se calcula que cada hora de vuelo en el Air Force One cuesta 200.000 dólares.

A los gastos de transporte hay que sumar los del Servicio Secreto. Y no solo del matrimonio Trump, también hay que añadir la protección de los hijos mayores del presidente estadounidense, en cuyas manos dejó la gestión de su imperio empresarial. Y esto también está generando polémica, ya que un reciente viaje de negocios de Eric Trump a Uruguay costó a los contribuyentes casi 100.000 dólares por unas dos noches, según publicó el Washington Post. Esto multiplica las voces que piden más detalles sobre estos gastos y citan potenciales conflictos de intereses del presidente de Estados Unidos, una polémica que ha estado presente desde las primeras horas de su presidencia, empañando la tradicional luna de miel de los mandatarios recién llegados a la Casa Blanca.

Hay en algo más en lo que Donald Trump se diferencia de muchos de sus antecesores. El histórico retiro presidencial de Camp David, en Maryland, no está entre sus preferidos precisamente. “Es muy rústico, está bien”, dijo en una reciente entrevista a medios europeos.“¿Sabes cuánto rato te gustaría? Unos 30 minutos”.