El AppleWatch a la vuelta de la esquina

Será el próximo mes de abril cuando finalmente se estrene en el mercado el reloj inteligente más esperado en el mundo: el AppleWatch. Un reloj en el que la compañía de Cupertino tiene puestas todas sus esperanzas de incremento de ventas – aún más- tras el éxito fulgurante en ventas del iPhone 6 (en sus dos versiones), con más de un millón de terminales vendidas – espectacular comportamiento de en ventas en China) y que llevaron a cerrar el año 2014 con una tesorería de 150.000 millones de euros.

La empresa de la manzanita se puede comprar en metálico parte del S&P 500 sin inmutarse.  En todo caso, ahora llega el momento de la verdad para su último Gadget. Pese a que los fabricantes tradicionales de relojes de lujo han explicado por activa y por pasiva que los smart watches no son competencia, lo cierto es que están nerviosos. Hace unas semanas el grupo Swatch anunciaba que también está desarrollando su reloj inteligente y otras compañías tecnológicas como Samsung ya tienen en venta sus primeros modelos.

El reloj de Swatch se comunicará a través de una forma de tecnología conocida como NFC y no necesitará ser cargado, según anunciaba el máximo responsable ejecutivo, Nick Hayek. El smartwatch de Swatch también permitirá a los consumidores realizar pagos móviles y trabajar con Windows y el software de Android. Hayek está dispuesto a competir con Apple, que ha programado el lanzamiento de su smartwatch para abril. El mercado de estos relojes, que permiten la comunicación telefónica o de datos, alcanzará unos 10 mil millones de dólares en 2018. Según los analistas de Citigroup, en los próximos años esta cifra se podría triplicar.

De hecho, las expectativas de Apple van por este camino, porque en Abril sacará al mercado entre cinco y seis millones de relojes en sus tres versiones. Muchos millones de relojes inteligentes como para no venderlos. El WSJ aseguraba esta semana que pese a que la apuesta era ofrecer al mercado un reloj prácticamente como el doctor en casa, es decir, aplicaciones destinadas fundamentalmente al control de la salud – además del teléfono, mapas y capacidad de compra a través de su sistema propio de pagos, esta posibilidad se está viendo afectada por problemas en el desarrollo de algunas de estas aplicaciones sanitarias. En todo caso, parece confirmado que para los diabéticos sera “el reloj” inteligente, porque tendrá la capacidad de medir la glucosa en sangre. ¿Cuántos diabéticos hay en el mundo?.

Sin embargo lo de Apple es distinto. En sus varias versiones – aún no está claro cuántas-,  la multinacional tendrá desde un reloj inteligente sencillo a un coste de unos 350 dólares, hasta la versión de Lujo en oro, que podría superar los 6.000 dólares la unidad. Es decir, que Apple entra de lleno en el mercado del super lujo, viendo sobre todo, la espectacular evolución de las ventas en China y en otros mercados asiáticos. Apple tiene pensado el lanzamiento en Estados Unidos para finales de marzo y en Abril para el resto del mundo según las últimas informaciones.

Según publicaba esta semana el WSJ, pese a que en un principio el AppleWatch se concibió como un reloj inteligente con muchas aplicaciones destinadas a la salud – pensando en los nuevos runners y actividades deportivas- finalmente será una mezcla entre aplicaciones para la salud – como un medidor del azúcar en sangre para los diabéticos, aunque se explicará que no es 100% fiable, ya que la FDA podría no haberles permitido venderlo como un dispositivo para diabéticos, porque eso exigiría que la FDA tuviera que regular su proceso de fabricación y venta; y un reloj – teléfono, que incluirá mapas, y el sistema de pagos de Apple. Además, tres versiones: la básica, la media y la UltraLux, dispuesta a plantarle cara a los relojes de lujo de toda la vida. Algunos piensan que todos iremos con el AppleWatch durante el día y dejaremos el Cartier para bodas y bautizos… Igual tienen razón.

Este artículo fue publicado por la autora en el Diario El Economista el pasado viernes 20 de Febrero de 2015.