El coronavirus de Wuhan golpea fuerte al mundo del lujo
Una de las empresas del sector del lujo que se han pronunciado sobre los efectos negativos del coronavirus es Daimler.
Era cuestión de tiempo. Mientras se hacen las primeras cuentas con resultados reales sobre el impacto que está teniendo el coronavirus de Wuhan en el mundo económico y en el sector del lujo, ya hay empresas que están preparando a sus accionistas “por lo que pueda pasar”. Es el caso de Daimler.
El fabricante alemán de automóviles de lujo ha advertido sobre los riesgos para la economía y sus propios negocios debido al brote de coronavirus que se está extendiendo en China y en todo el mundo. Algunas organizaciones cifran el impacto del coronavirus en el PIB en China en 2 puntos porcentuales, pero lo cierto es que podría ser más desde el momento en el que hay ciudades completas confinadas en cuarentena.
Daimler y sus riesgos
“Los riesgos para el Grupo Daimler pueden no solo afectar al desarrollo de las ventas de unidades, sino también conducir a efectos adversos significativos en la producción, el mercado de adquisiciones y la cadena de suministro“, ha anunciado la compañía con sede en Stuttgart en su informe anual.
Daimler también indica que la epidemia del coronavirus representa un riesgo para el crecimiento económico en China, otros países asiáticos y en todo el mundo. El efecto en sectores clave como el de las aerolíneas y el turismo es evidente en China y también fuera de ella. Italia, España, Francia, el Reino Unido y Alemania ya están viendo una caída en la reserva de billetes de avión y de hoteles.
El turismo con miedo
En España hay nervios en el sector turístico, sobre todo tras los primeros casos de positivo por coronavirus en la isla de Tenerife, con 1.000 huéspedes confinados en un hotel. Compañías como Pullmantur Cruises y MSC Cruceros también han anunciado que prohíben embarcar a quienes hayan estado en algunas ciudades italianas. Pero no se han prohibido los viajes entre España e Italia, y ya hay casos en España a las puertas de las Fallas de Valencia y de la Semana Santa.
Las autoridades piden tranquilidad, lavarse las manos, y no caer en tremendismos, pero lo cierto es que se están retrasando decisiones de compra de paquetes vacacionales y cancelaciones incluso de comidas y cenas en restaurantes hasta que pase el momento de mayor tensión. Esta situación afecta al consumo interno y al consumo del turista, tan importante para las ventas en los centros comerciales de las grandes ciudades.