Incertidumbre y proteccionismo, amenazas para el clima empresarial europeo
Los negocios, la economía en general en Europa, atraviesan un periodo complicado de escaso crecimiento y lleno de incertidumbres motivadas por la situación geopolítica mundial y la amenaza del proteccionismo.
Esta amenaza la vemos en fenómenos como el Brexit, la guerra comercial entre EEUU con China y otras medidas proteccionistas impuestas por Trump a Mexico o a la propia UE o en el hecho de que en otros países europeos aparece un sentimiento poco integrador que desea cancelar acuerdos comerciales, que tanto beneficio han dado a la economía mundial. El comercio adquirió un gran impulso en la década de 1980 y tuvo una edad de oro en el período 1990-2008, cuando el comercio total de bienes y servicios pasó del 40 % del PIB mundial al 60 %. Desde entonces, el comercio se ha desacelerado (a su actual 58 % del PIB mundial), mientras que el proteccionismo ha ido en aumento, impulsado por un incremento de medidas no aduaneras y, más recientemente, arancelarias. Al mismo tiempo, el apoyo público a la globalización ha disminuido en ambos lados del Atlántico.
Mientras que factores como el Brexit y el euroescepticismo han desafiado los principios de la libertad de movimiento y la integración económica en Europa, a la vez que los beneficios del libre comercio se han cuestionado abiertamente en los EEUU. Las tensiones comerciales aumentaron a partir de 2018 con las amenazas proteccionistas de la administración Trump y las respuestas de represalia de sus principales socios comerciales fueron seguidas por acciones concretas, acelerándose de manera importante el riesgo de una guerra comercial, agravado últimamente con el conflicto tecnológico con China a partir del expediente a Huawei.
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Mario Draghi dejará la dirección del BCE y su relevo tendrá muchos deberes sobre la mesa
En este difícil contexto, Mario Draghi dejará muy en breve su puesto al frente del Banco Central Europeo (BCE), pero quiere marcar las pautas de las actuaciones de su posible sucesor, entre los que hay candidatos mediterraneos, como los franceses François Villeroy de Galhau o Benoît Coeuré, o del Norte de Europa como el alemán Jens Weidmann, o el finlandés Olli Rehn que parecen, por aquello de la tradición de la alternancia, que serán los favoritos para sustituir al italiano, un dirigente que se erigió como salvador del euro en 2012, merced a su lapidaria frase: «Haré lo que haya que hacer y, créanme, será suficiente».
El BCE dejó la política monetaria expansiva en suspenso la semana pasada, pero advirtió que la caída del crecimiento del bloque podría ser mayor y más prolongada de lo que se temía anteriormente, apuntando a una normalización de dicha política aún más prolongada y sugiriendo que el próximo paso del banco podría ser brindar aún más apoyo.
«En los últimos meses, la información entrante ha seguido siendo más débil de lo esperado debido a la menor demanda externa y algunos factores específicos por país y sector», indicó Draghi a la comisión de asuntos económicos del Parlamento Europeo en Bruselas. «La persistencia de incertidumbres en particular en relación con los factores geopolíticos y con la amenaza del proteccionismo está pesando sobre el sentimiento económico», agregó Draghi.
El problema es que las tres economías más grandes de la zona euro, Alemania, Francia e Italia, apenas están creciendo. Incluso si esto se debe principalmente a factores aislados, la caída resultante en la confianza empresarial amenaza con hacer que la recaída sea aún mayor. «El estímulo significativo de la política monetaria sigue siendo esencial para respaldar el aumento de la presión de los precios internos y la evolución de la inflación a medio plazo», agregó Draghi. «El Consejo de Gobierno está dispuesto a ajustar todos sus instrumentos, según corresponda.»
La contundente respuesta de Donald Trump a las medidas anunciadas por Draghi
Para apuntalar la confianza el BCE podría ofrecer a los bancos otra ronda de préstamos baratos a largo plazo para asegurarse de que siga fluyendo el crédito a la economía real. La respuesta de Donald Trump, vía Twitter, no se ha hecho esperar:
«Mario Draghi acaba de anunciar que podría incrementar los estímulos monetarios, lo que inmediatamente hace caer el euro frente al dólar y hace que sea más fácil para ellos competir contra los Estados Unidos. Lo han estado haciendo durante años, junto con China y otros países» aseveraba Trump en la red social. El siguiente paso, por parte del BCE, podría ser presionar formalmente la fecha de su primera subida de tipos, un movimiento más complicado, ya que podría atar la mano del nuevo presidente, que probablemente se espera que sera nombrado en octubre de este año.
El proteccionismo genera muchas incertidumbres en el desarrollo de la economía
La incertidumbre relacionada con el proteccionismo pesa sobre el sentimiento económico y puede aumentar aún más, potencialmente erosionando la confianza y afectando a la zona del euro y la economía mundial de manera más significativa. La complejidad de las cadenas internacionales de producción entrelazadas también podría magnificar el impacto. Lamentablemente, la integración comercial se ha desacelerado en la última década. Recordemos que el proceso de integración comercial comenzó después de la Segunda Guerra Mundial y ,como hemos apuntado, su aportación al bienestar de la Humanidad están fuera de toda duda.
Y hablando de progreso, déjenme que les recomiende un extraordinario libro, muy necesario en tiempos de pesimismo advenedizo que marca el pensamiento único de izquierdas. Es de Steven Pinker y se titula En defensa de la ilustración. La tesis de Pinker, demostrada por infinidad de gráficos y datos objetivos, es que a pesar de los retos y dificultades a las que se enfrenta el mundo, el progreso ha sido notable para una amplia mayoría de sus habitantes, gracias a la economía de mercado, el comercio y la globalización.