La saga Star Wars es una de las más rentables de la historia del cine. Disney adquirió todo el imperio galáctico a George Lucas en 2012 por cuatro mil millones de dólares. Hasta entonces, seis películas. Desde esa fecha, dos más y una en rampa de lanzamiento esta misma semana. Las cifras de taquilla son mareantes. Se estima que han generado algo más de 7.600 millones de dólares por ingresos. Si contamos derechos y licencias… las cifras se disparan.
Los seguidores de Star Wars, que son legión, cuentan además con una enorme capacidad para coleccionar objetos relacionados con la saga. Algo que, comercialmente, es un reclamo fantástico para los propietarios de la marca y los que gestionan sus licencias.En una de las últimas subasta de objetos relacionados con las películas se pagaron 2,7 millones de dólares por el R2-D2 con el que se rodó la saga original. Una subasta en la que también se pagaron 325.000 dólares por el sable láser de Luke Skywalker y 96.000 dólares por el casco original de Darth Vader.
Por ello no es de extrañar que algunas firmas lleven algo más allá el modelo de inversión y ofrezcan incluso una curiosa forma de diversificar el patrimonio a los seguidores de Star Wars. Se trata de invertir en monedas de oro y plata con las efigies de los principales protagonistas. En oro comercializan las piezas de cuatro personajes de la trilogía original: Han Solo, el maestro Yoda, R2-D2 y la princesa Leia. Se pueden adquirir por unos 570 euros cada una. También se emite una colección de monedas en plata, por unos 110 euros cada una, con las efigies de los citados y un gran número de personajes más.
Las monedas además son de curso legal, cada una con su valor facial de 2, 10, 25… dólares o 20, 50, 200… euros. “El oro de inversión está exento de pagar IVA siempre que se trate de oro físico, es decir, lingotes y monedas. Además, la pureza en el caso de los lingotes deberá ser superior al 99,5 % y al 90 % en el caso de las monedas, condiciones que superan los productos que comercializa Degussa”, según Tomás Epeldegui, su director en la sede de Madrid.
Asimismo, Epeldegui señala que “el oro físico es una inversión a largo plazo y los momentos de bonanza son los que tenemos que aprovechar para diversificar nuestro patrimonio. En épocas de recesión económica la diferencia la puede marcar el oro que hayamos ido acumulando en los buenos momentos”.
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