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La crisis del coronavirus ha puesto patas arriba no solo nuestras vidas y hábitos sino también la economía mundial. Las grandes firmas se han tenido que reinventar adaptándose a los nuevos estándares de seguridad y apostando fuertemente por la venta online. Pero no solo ellas, también los pequeños negocios han tenido que dar una vuelta de tuerca a su forma de vender para sobrevivir a una crisis nunca vista. Es el caso de Ferreteando.com, una ferretería de toda la vida que no solo ha sobrevivido a la pandemia con su venta online, sino que ha puesto en marcha una maquinaria a futuro.
El secreto ha sido saber adaptar su negocio, nacido en 2004 en la localidad toledana de Yepes, a cada época. Pasaron de ser una empresa de suministros al por mayor con 15 empleados a transformarse en una ferretería de barrio con tres socios tras la crisis de 2012. “No podíamos seguir trabajando con empresas constructoras que entraron en una cascada de impagos. Nos hubiéramos hundido por completo”, comenta Luisa Asunción Jiménez, socia del negocio junto a su marido, Jesús Antonio Carmona; y Pedro Pablo Herrero.
Ellos tres, junto a otros dos asesores externos, consiguieron mantener a flote dos tiendas con una facturación ascendente de un 10-15 % anual en el periodo 2012-2018 haciendo un esfuerzo titánico.
Todo iba bien hasta que el cáncer de mama irrumpió en la historia haciendo que los ritmos fueran diferentes, los horarios se trastocaran… con el añadido desgaste físico y mental de una noticia tan devastadora. A nivel empresarial, su facturación cayó un 30 % durante nueve meses en 2019 y por fin en 2020, con Luisa recuperada, las expectativas volvieron a ser halagüeñas. Hasta que llegó marzo.
“El estado de alarma nos trajo mucha incertidumbre. Teníamos dos alquileres que mantener, el pago de deudas, nuestros ingresos personales reducidos al 70% y facturación de 0 euros”, explica la empresaria. Pensaron en atender pedidos por teléfono, vía mail y entregarlos… pero la idea estaba muy en el aire. No obstante, los clientes seguían demandando sus productos y vieron una puerta abierta: la ferretería online.
Desde mayo de este año han incrementado las ventas del negocio entre un 70 y un 80 %, superando los resultados de junio de 2018 y obteniendo un 100 % de crecimiento. Unos datos sin duda espectaculares que se mantienen tras el estado de alarma, con los negocios abiertos y la gente pudiendo salir de casa. “Al ir realizando pedidos a proveedores de toda España, nos comentan que ellos también están desbordados. Es increíble”, explica Luisa.
No obstante, a pesar de que atienden físicamente, su ferretería online está más activa que nunca. De hecho están listos para que se pueda convertir en un Plan A en el caso de que tengan que volver a cerrar.
Su plataforma cuenta actualmente con cerca de 12.000 referencias que pretenden aumentar en las próximas semanas hasta las 40.000. “Vendemos de todo, la verdad. Las bombillas son siempre un producto de primera necesidad, aunque el confinamiento ha animado a los clientes a pintar sus casas y hacer pequeñas ‘ñapas’ pendientes. Hemos vendido incluso muchas maquinillas de cortar el pelo”, comenta Luisa.
Y de cara al verano, las piscinas portátiles y todos los productos complementarios relacionados con su uso están siendo sus productos estrella. Sin olvidar todo tipo de productos de jardinería, muebles de jardín o iluminación “porque todo parece indicar que este verano vamos a pasar más tiempo que nunca en casa”.
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