En un momento complicado para el comercio minorista, L Brands, compañía propietaria de Victoria’s Secret, ha tenido que paralizar la operación de venta y el acuerdo según el cual la compañía Sycamore Partners iba a tomar el 55 % de las acciones de L Brands por un valor de 525 mil millones de dólares (unos 481 mil millones de euros). Sin embargo, la situación con el coronavirus, que ya provocó el cierre parcial de gran parte de sus tiendas minoristas y despedir personal, ha complicado el desenlace de este acuerdo.
Además, en virtud del mismo la multinacional de lencería había anunciado que Leslie Wexner, su CEO -casi 60 años en el cargo- renunciaba al puesto. A estos problemas se añade que las agencias crediticias están bajando el rating de L Brands, como sucede con la gran mayoría de las compañías del sector. Además se ha cobrado una víctima significativa en forma de quiebra, como ha sido el caso de J.Crew, una red de tiendas estadounidense favorita de Michelle Obama. Mientras, otras cadenas de grandes almacenes como JC Penny o Macys también han encontrado problemas en este entorno tan difícil
La razón esgrimida por Sycamore Partners para paralizar el acuerdo de compra de acciones es que L Brands había cerrado tiendas y despedido a trabajadores. Razón por la cual el acuerdo podía ser considerado nulo. Aunque está claro que la razón de la propietaria de Victoria’s Secret era de fuerza mayor, debido a la necesidad de estos cierres por la epidemia de covid-19, LBrands acusa al comprador de hacer esfuerzos por reducir el precio de adquisición. Hubo un amago por parte de los protagonistas para litigar, pero han renunciado a exigir compensaciones por la no culminación del acuerdo.
El próximo 14 de mayo tendrá lugar, en formato online debido a las restricciones de la pandemia, dicha junta. En ella podrán intercambiar opiniones tanto los nuevos directivos como los propietarios de la multinacional de la lencería. Tratarán de buscar soluciones a una muy difícil situación financiera. Ésta incluye ventas estancadas en torno a los 12 mil millones de euros y pérdidas de 330 mil millones de euros en el último ejercicio. Además de una enorme deuda de 5,5 mil millones de euros, que hace que los recursos propios sean negativos.
Hasta hace poco contaba L Brands con cash generado suficiente para hacer frente con holgura para el pago de los intereses de dicha deuda. En el último ejercicio, el EBIDTA generado ha sido de 720 millones de euros cuya mitad se va a emplear en el pago de intereses. La cotización de L Brands se ha visto, como es lógico, castigada por estos serios reveses. De hecho alcanzó hace pocos días mínimos de 25 años cerrando a 9.74 USD. Y aunque es cierto que desde entonces se ha recuperado levemente, cerró el 6 de mayo a 11,4 USD. Está muy lejos de los valores de primeros de 2018 cuando cotizaba a 60 USD.
La idea que se va a presentar en la reunión del día 14 es la escisión de la compañía. En concreto, que su marca Bath&Body Works opere como una compañía cotizada al margen de L Brands. Esta es uno de los primeros paso que adoptará Sarah Nash, su nueva CEO.
*Foto principal: Victoria’s Secret
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