La Cumbre del Clima reclama acelerar la descarbonización
Los efectos del cambio climático preocupan a gran escala y empresas como Iberdrola han visto claro, desde hace años, la necesidad de transformar el modelo energético y apostar por las renovables.
La escasez de agua, las inundaciones, las tormentas, el aumento del nivel del mar, el calentamiento global… A diario se observan, tanto en la vida cotidiana como en las noticias internacionales, las consecuencias de un problema que parecía lejano y que exige un compromiso a nivel global. Este viernes finaliza la Cumbre del Clima COP24 que se celebra en Katowice (Polonia) desde el día 2 de diciembre y que pretende, aparte de concienciar sobre la magnitud del problema, diseñar los instrumentos que permitan abordar el cumplimiento de los objetivos climáticos. Alrededor de 200 países integran esta conferencia de la ONU y el papel del sector energético es fundamental.
Por ello, Iberdrola, referente mundial en la lucha contra el cambio climático y activo participante de las diferentes Cumbres Climáticas, está plenamente alineado con este pacto internacional. Quiere contribuir activa y decididamente a un futuro sostenible y bajo en carbono, por lo que forma parte de la Alianza de Primeros Ejecutivos por el Clima (Alliance of CEO Climate Leaders) organizada por el Foro Económico Mundial y que, junto con otras 49 empresas, ha reducido sus emisiones en casi 48 millones de toneladas de CO2 entre 2015 y 2016, lo que supone una disminución del 10 %.
Esta Alianza ha participado en la COP24 para demostrar la disposición del sector privado a trabajar en bloque para cumplir con los objetivos climáticos de París. Entre ellos, destaca el compromiso medioambiental de limitar el incremento de la temperatura del planeta por debajo de los 2º C, dejando la puerta abierta al 1,5º C. Un objetivo que, al ritmo actual de emisiones, se alcanzaría entre 2030 y 2052, y no a finales de siglo como estaba previsto.
Para predicar con el ejemplo, Iberdrola ha apelado a los políticos europeos para que adopten marcos de política climática más exigentes y ambiciosos, incluyendo políticas transversales como la fiscalidad basada en el principio de ‘quien contamina, paga’. También reclaman la eliminación de subvenciones para combustibles fósiles, así como la promoción de información y concienciación y el impulso a planes y medidas sectoriales para afrontar las barreras a la descarbonización.
Los combustibles fósiles, a examen
Esta compañía, líder mundial en renovables, reclama, en nombre de la industria, un diagnóstico en profundidad que reconozca la combustión de combustibles fósiles como la principal causa del cambio climático, además del papel principal de la electrificación basada en energías renovables para entrar en la ruta sostenible en el sector energético.
Gracias a su apuesta por las energías limpias, es una de las compañías con menores emisiones y un referente internacional por su contribución a la lucha contra el cambio climático y a la sostenibilidad. La compañía, comprometida con el Acuerdo de París, detectó hace ya casi dos décadas que el cambio climático era un desafío real para la humanidad y que requería una actuación urgente, en la que el sector eléctrico era clave para aportar de soluciones con las que combatir este problema global.
Objetivo, reducir las emisiones de CO2
El grupo Iberdrola ha asumido el compromiso de mantenerse entre las grandes empresas europeas con menores emisiones de CO2 por kWh producido. La compañía concentra sus esfuerzos en reducir gradualmente su intensidad de emisiones de gases de efecto invernadero, impulsar las fuentes renovables y apostar por las tecnologías más eficientes.
En este contexto, Iberdrola lanzó hace unos años su Plan de Acción sobre el Cambio Climático, que se centra en cuatro áreas principales: Desempeño de un papel principal en las organizaciones internacionales más importantes y en las coaliciones empresariales; implicación activa en las negociaciones internacionales en el Convenio Marco sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas; implementación de un Plan de Concienciación Social con medidas internas y externas; y puesta en marcha de acciones internas para la mitigación del cambio climático y la adaptación al mismo.