La viajante agorafóbica

Vivir en un mundo digital hace que lo global sea pequeño y que, a golpe de clic, estemos conectados. ¡La magia de Internet! Como lo fue antes la del teléfono, el telégrafo… todo aquello que a kilómetros de distancia nos conectaba. El caso de Jacqui Kenny es otro ejemplo de que la era digital, lejos de aislar, reconecta a muchos a la sociedad. Ella, como decenas de miles de personas en el mundo, sufre agorafobia. Tiene 43 años y se lo diagnosticaron hace veinte. Por eso desde hace diez no pisa el metro, ni el tren, ni lugares concurridos, ni se ha metido en un avión para descubrir el mundo. Incluso estar sola en casa le puede producir conatos de ansiedad.

Así vive entre el 2 y el 4% de la población mundial. A pesar de ello, la agorafobia es una enfermedad poco comprendida y considerada directamente invalidante porque impide trabajar, salir y realizar todo tipo de actividades sin sentir que algo tira de ti y te paraliza de pies a cabeza. La mayoría sufren en silencio y apenas hablan de su enfermedad; lo mismo hacía la inglesa Kenny hasta que decidió que su enfermedad no la definiera.

Lleva desde 2016 sin salir de casa y con su cuenta de Instagram @streetview.portraits, recorre el mundo a través de imágenes de Google Street View. Ella elige los lugares, las instantáneas y reflexiona sobre lo que siente, lo que es su vida y cómo afrontar la enfermedad. “Antes de sufrir ataques de pánico soñaba con ser fotógrafa. Pero me había resignado a que esto jamás sucedería. Ahora siento que la enfermedad no me define, yo no soy esa enfermedad, simplemente es una parte de mí», explica. 

Su cuenta se ha convertido en un referente y una ayuda para muchos que sufren agorafobia y que, como ella, no la compartían, sólo la sufrían. Ella, como todos, seguimos luchando contra los miedos. La diferencia es que los suyos y los de otros le impiden salir al exterior, viajar y, tener una vida plena social. Las imágenes y los comentarios que las acompañan ha causado sensación porque muestran cómo los límites se pueden romper si uno se lo propone. Kenny ha mostrado que, aunque siga sin salir de casa, puede ganar batallas. Hay que seguir en la lucha e inventar nuevos caminos para evitar que el decaimiento y la impotencia te acaben frustrando. Ella es un ejemplo de lo que las ‘denostadas’ redes sociales pueden hacer: de bien y por muchos.

Sus imágenes de Google Street View captan no solo momentos del mundo sino también su laberinto emocional, que termina enganchando a quien la contempla. “Voy a cualquier parte que me transmite algo mágico. Tal vez esos sitios me transmiten tanto porque sé que llegar allí para mí, sería casi imposible”. Ella se ha saltado lo imposible y ha reflejado lo que mucha gente -impedida a salir de su casa-  ha ganado con las nuevas tecnologías: viajar cibernéticamente en otras muchas cosas. Todos lo hacemos en algún momento, preparando nuestras vacaciones o buscando un lugar que deseamos conocer. La diferencia es que Jacqui Kenny lo ha subido de valor y nos ha emocionado con su mochila de fotos.