Relojes y protectores solares comprometidos con nuestros océanos

Durante los meses que ha durado el confinamiento para frenar la expansión de Covid-19 hemos sido muchos los que hemos recordado un instante frente al mar. Recuerdos que se han convertido en planes para recuperar en parte esos instantes llenos de vida que nos permitan recuperar cierta normalidad después unos meses tan complicados. Dicen los que ya han estado en alguna playa, aprovechando las nuevas fases del estado de alarma, que nuestros mares y océanos parecen distintos. Se ven más limpios y sin tanta basura o impurezas como el año pasado por estas fechas.

Una evidencia que pone de manifiesto que determinadas actitudes humanas perjudican a nuestros mares y que podemos hacer las cosas mejor. En el Día Mundial de los Océanos tenemos la obligación de no bajar la guardia y unirnos a iniciativas para dejar que nuestra naturaleza respire. Porque frenar el ritmo frenético de vida que tenemos beneficia a todo nuestro entorno. 

Los relojes Oris comprometidos con los océanos

Oris es una de las marcas de relojes más comprometidas con la recuperación de nuestros mares. Su colaboración con diversos proyectos, como Change for the Better, se traduce en el apoyo a organizaciones sin ánimo de lucro y agencias de conservación en todo el mundo, centradas en el agua, los océanos y la vida que contienen. Colaboraciones que además de materializan en relojes especiales y con historias que contar que fomentan la importancia de cuidar nuestros océanos.

Como por ejemplo un reloj de buceo basado en el modelo Aquis de alto rendimiento y creado en colaboración con la Lake Baikal Foundation. Las ventas del reloj ayudarán a recaudar fondos en apoyo del Point No.1, un proyecto de conservación del lago Baikal. Considerado como el proyecto de monitoreo ambiental de agua más detallado y longevo de la historia científica.

Protectores solares que protegen los arrecifes de coral

Y al igual que Oris, que también colabora en la recuperación de los corales y arrecifes, algunas firmas estéticas se vuelcan con sus productos en al apoyo de este causa. Este es el caso de Coola, que se preocupa desde hace tiempo por los residuos que dejan los protectores solares al entrar en contacto con el agua del mar cuando nos bañamos. Una fina capa de componentes que nos protege de los rayos solares, pero que puede dañar el ecosistema que permite la vida en los arrecifes de coral.

Las barreras de coral son el hogar de numerosas especies y organismos fundamentales que se encargan de mantener la biodiversidad de la fauna marina y el equilibrio del planeta en general. En los últimos 30 años, coincidiendo con la época de mayor concienciación en cuanto a fotoprotección, se han destruido un tercio de los arrecifes. Por ello los productos de Coola llevan el sello Coral Reef y son la única solución para cuidar la piel sin comprometer el medio ambiente. No sólo no contienen oxibenzona, sino que también están libres de nanopartículas y parabenos, otras sustancias que también pueden ser perjudiciales para la vida marina y la salud de los océanos.