En los últimos años se suceden en Estados Unidos las campañas para despojar de connotaciones negativas a aquellas palabras con las que hemos crecido. Porque el lenguaje importa. Y los cambios pueden impulsarse desde todos los frentes. Desde aquella iniciativa de la directiva de Facebook, Sheryl Sandberg, para que ser “bossy” (mandona) no acomplejara a nadie. A este nuevo movimiento que lidera la fundación de la diseñadora de moda estadounidense Tory Burch a nivel internacional para alentar a las mujeres a presumir de su ambición y poder.
Bajo el hashtag #EmbraceAmbition, quieren derribar el doble estándar y los tópicos que circulan desde hace décadas: la ambición como atributo femenino es cuestionable, mientras que en masculino es signo de liderazgo. El lanzamiento de la campaña se inspira en las experiencias profesionales y personales de la diseñadora. Y se han unido a ella estrellas como Julianne Moore, Reese Witherspoon, Gwyneth Paltrow, Kerry Washington, Diane Kruger, Lucy Liu, Anna Wintour, Yeonmi Park, Chris Pine o Robert Isen, porque los hombres “también tienen que ser parte de esta conversación”, dicen. “La ambición en una mujer ya no se verá como algo negativo”, concluye el vídeo en el que todos estos nombres se unen para lanzar un mensaje inequívoco de empoderamiento sin complejos que ya es viral. “¿Cuándo se convirtió “ambición” en una palabra sucia?”, se preguntaba el diario New York Times en el lanzamiento. “La ambición es sexy”.
En la web de la Fundación se puede leer la declaración de intenciones. Quieren abrir el camino a más mujeres en más frentes: emprendedoras empresarias, estudiantes, política, liderazgo… “Articularé mi ambición con orgullo. No la esconderé. Defenderé a las mujeres que son criticadas por ser ambiciosas. Soñaré a lo grande. No justificaré mis sueños. Ayudaré a todas las mujeres a abrazar su ambición”.
También se pueden leer las historias de muchas de las mujeres que están detrás de esta campaña, como Yeonmi Park, que siendo una niña huyó de Corea del Norte caminando por el desierto de Gobi y hoy se dedica al activismo para denunciar al régimen de Pyongyang. Se puede además comprar los productos de la campaña, cuya recaudación va destinada a proyectos de empoderamiento femenino a través de la Fundación. Desde una pulsera en varios colores con engarce dorado a llaveros y camisetas en las que se puede leer una sola palabra, a escoger: ‘Ambiciosa’, ‘madre’, ‘poderosa’, ‘CEO’ o ‘visionaria’.
La web también incluye estudios, artículos y una guía de debate para sustentar la iniciativa: “solo 4% de las directivas de las 500 empresas de Fortune son mujeres y, de la misma manera, las mujeres tienen menos del 20% de los puestos de administración. En el gobierno, los porcentajes no son muy diferentes. Las mujeres representan solo el 17% del Congreso y solo el 5% de países del mundo han elegido a una mujer como jefe de Estado. Podemos cambiarlo”, dice la fundación. “Sé el ejemplo que esperas ver en el mundo”, concluye la promesa de este movimiento que pueden seguir en Internet y redes sociales bajo el hashtag #EmbraceAmbition.
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