¿Te imaginas estar desterrada por llamar a tu marido por su nombre?

Dijo sabiamente Frida Kahlo: “ Yo le duro lo que usted me cuide, yo le hablo como usted me trate y le creo lo que usted me demuestre». Una frase, como otras muchas suyas, que seguiríamos a pies juntillas de la aplastante veracidad que lleva. Sin embargo, no todas pueden y, utilizo el plural femenino porque seguimos ‘Nosotras’ en este mundo luchando por cómo se nos trata, por cómo se nos cuida y lo que se nos dice. Las verdaderas valientes son las que primero se atreven a desafiar lo establecido, considerándolo un atentado contra su propia dignidad.

Medio centenar de mujeres, integrantes de clubes de debate por toda India, promovidas por la ONG Video Volunteers, se atrevió a llamar a sus maridos por sus nombres, algo que tienen prohibido. “Una vez te casas, ya no puedes llamarlo por su nombre. La tradición no nos lo permite. Nuestras familias nos lo han enseñado así. Él sí puede nombrarme: es un hombre, es todopoderoso”, cuenta Gayatri Devi, en Pune. La BBC ha difundido el vídeo, grabado por la activista india Rodhini Pawar, que ha provocado gran revuelo. Muestra la acción de estas mujeres que, con este pequeño gesto, pretenden iniciar una gran revolución: denunciar y desmantelar el abusivo patriarcado.

¿Cómo es posible que sigamos en pro de una más que injusta tradición, permitiendo que las mujeres sean tratadas peor que los animales?. Algo tan cotidiano como llamar a tu esposo por su nombre les es prohibido y, quien se atreva a desafiar lo aprehendido, se arriesga a terribles consecuencias. Las mujeres que vivieron la iniciativa con una mezcla de miedo liberador lo hicieron con reacciones muy dispares.

“Fue como una descarga eléctrica para sus familias”, cuenta Pawar. Nunca habían pensado que podía pasar, los familiares se quedaban callados alrededor de los maridos. “¿Te has vuelto loca?”,“¿Qué te pasa?”. Una de las integrantes fue incluso zarandeada mientras otros se reían pensando que era una broma, pero lo peor fue para Malati Mahato, que según puede verse en el vídeo de protesta, un tribunal irregular de su aldea en Odisha, al este del país, la desterró a una casa fuera del pueblo y prohibió a los vecinos comunicarse con ella.

Todo por haberse dirigido a su familia política por sus nombres. Como se indica en la propia pagina web de la campaña, esto que sucede es tan bizarro que podría perfectamente formar parte de una novela del estilo ‘El cuento de la criada’ de Margaret Adwood. Un mundo imaginario, nunca real, donde las mujeres no gozan de derechos. “Cada vez que señalamos la injusticia, se nos recuerda que somos mujeres y que no deberíamos estar haciendo esto. Apelan a nuestra cultura y nuestra tradición, a nuestro lugar en el sistema de castas, todos tratan de impedirlo. Es una locura”.

Esta iniciativa es solo la punta del iceberg de lo que ocurre en India con las mujeres, mientras el mundo mira hacia otro lado. Ha costado muchas revoluciones de grandes mujeres conseguir  en países como el nuestro algo tan básico como ser tratadas con dignidad. Por ello, es necesario persistir y no consentir, como decía Kahlo, «un mal cuidado, una mala palabra o un mal acto».