Mal, mal, mal. Lo hemos hecho mal toda la vida. Y estamos destrozando nuestros ojos. Porque las ojeras, las arrugas y las bolsas no sólo son culpa de nuestra genética o de lo que comemos o de las cremas que no nos echamos. También de cómo procedemos a desmaquillar los ojos, la zona más delicada de la cara.
Nada de frotar. Nada de arrastrar a lo bruto como una quitanieve. Nada de restregar sombra, rímel y lápiz como si estuviéramos barriendo el suelo de la cocina. Los ojos necesitan delicadeza, mucha delicadeza. La piel que los rodea es muy fina y ya soporta demasiado esfuerzo todo el día. Pero, ¿cómo quitamos el maquillaje de los ojos –incluso el waterproof– sin que al día siguiente amanezcamos con los ojos como mapaches, porque aún teníamos restos de rímel en las pestañas? El otro día se lo pregunté al maquillador Antonio Rosique, uno de los formadores de Shiseido. Me dio algunos trucos que he completado con mi experiencia personal.
1.- Utiliza una buena base para “llevarte” el maquillaje. Sirven los discos de algodón comprimido que venden en los supermercados. Yo, personalmente, también utilizo un utensilio a la larga más barato, multiusos y efectivo: la Silky Purifying Sponge Chief, de Kanebo. ¿Has usado alguna vez esos paños de microfibra que se han puesto de moda desde hace unos años y que sólo con agua limpian los cristales? Pues este paño es igual pero para el maquillaje. Puedes usarlo húmedo para retirar maquillaje de la cara, pero yo lo utilizo con desmaquillante para limpiar bien ojos y labios. Cuesta unos 13 euros, pero es reutilizable. Yo la mía la tengo desde hace casi un año y aún sirve.
2.- Utiliza un desmaquillante de ojos bifásico que pueda con el maquillaje waterproof. Cuanto más efectivo sea el desmaquillante, menos tendrás que frotar la delicada piel de los ojos y, por lo tanto, menos la maltratarás y estropearás. Aquí sí que vale la pena comprar un buen producto. Por ejemplo, Instant Eye and Lip Makeup Remover de Shiseido o el Demaquillant Yeux Intense de Chanel.
3.- Aplica el desmaquillante sobre el disco de algodón o el paño, sujeta la zona húmeda entre uno o dos dedos –fíjate en la fotografía- y colócala sobre el párpado superior durante unos segundos, para ablandar el maquillaje. Después, muy suavemente, desliza el disco desde el interior hasta el exterior del ojo, arrastrando el producto.
4.- Repite el proceso con las pestañas. Aquí quizá tengas que insistir con dos o tres pasadas para retirar todo el rímel. También puedes utilizar bastoncillos de algodón –sí, los de los oídos-. Humedécelos en desmaquillante. Coloca un disco o la Sponge Chief en el párpado inferior y cierra el ojo. Ve pasando el bastoncillo por las pestañas –que quedarán sobre el disco o la tela, así no manchas ni estropeas la piel- hasta que no queden restos de rímel. No frotes nunca las pestañas. Las puedes romper o arrancar.
5.- Repite el paso 3 en la zona de la ojera. Incluso aunque no te pongas sombra bajo los ojos.
Mucho más gráfico, este vídeo con el protocolo de Shiseido para los ojos. Y, ya sabéis, el frotar se va a acabar.
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