Foto: Savoy Signature
La vida frenética que llevamos hace cada vez más necesario que paremos, nos cuidemos y cojamos impulso para continuar. Porque eliminar el ruido ambiental, controlar el estrés y disminuir la presión que muchas veces sentimos (social, laboral o familiar) es mucho más que un capricho. Es una necesidad. Por eso estar en contacto con la naturaleza y cuidar el cuerpo y la mente es fundamental. Algo que podemos hacer de la mejor manera en un exclusivo lugar. Se trata de Laurea Spa, el spa más grande de Portugal que está en Funchal, la capital de la pequeña isla de Madeira.
Quien conozca Madeira sabrá que su naturaleza es apabullante, abrumadora, insólita. Sus abruptos picos, sus imponentes acantilados, sus profundos valles, los vastos miradores a las profundas aguas del Atlántico y sus verdísimos bosques hacen de esta isla de apenas 800 kilómetros cuadrados un paraíso natural con un poder curativo y de evasión espectacular.
De hecho, el Bosque de Laurisilva de Madeira fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1999. Es un tesoro natural que cubre aproximadamente el 20% de su superficie y en el que se inspira el lugar que nos ocupa: el exclusivo Laurea spa.
Hablamos de un espacio de más de 3.100 metros cuadrados ubicado en el exclusivo hotel de cinco estrellas Savoy Palace de Funchal. Uno de los seis establecimientos que la firma Savoy Signature tiene en la isla. Desde las terapias de sus 11 cabinas de tratamiento hasta los productos con las que se realizan, las esencias, la iluminación y la decoración… todo en Laurea spa es un viaje a la quietud y la profundidades de la naturaleza de Madeira.
Por ejemplo, una cúpula con imágenes reales de un bosque y una alfombra con anillos de árbol presiden la zona de relajación exclusiva para clientes de tratamientos. Además, las luces tenues, la música ambiental y un aceite especial de Aromatherapy con 22 esencias naturales garantizan el éxito de uno de sus tratamientos estrella. Es el bautizado como ‘Forest Therapy’, que sumerge a quien lo disfruta en la Laurisilva de la isla.
Pero también la zona termal de Laurea Spa se inspira en la naturaleza de Madeira. Concretamente en la paleta cromática que reproduce los grises de las piedras, los marrones de las ramas y los diferentes verdes de la vegetación. Todos evocan los distintos escenarios naturales del destino y conviven en armonía con el agua, gran protagonista del espacio en todas sus formas.
Este cuenta con baño de vapor, sauna, jacuzzi, fuente de hielo nórdica y sala con sales del Himalaya para purificar y desestresar. No obstante, los guiños a Madeira y su historia son constantes y los encontramos en distintos rincones. Por ejemplo en el pediluvio doble, con agua fría y caliente, que replica las calzadas empedradas que cubrían Funchal en el pasado.
O en el sorprendente circuito de duchas sensoriales con distintas temperaturas, sonidos, aromas e intensidades que recrean distintas tormentas en la montaña. Y por último en su gran piscina climatizada, coronada por la imagen de uno de los destinos naturales más aclamados de la isla: la cascada de Caldeirão Verde.
En suma, igual que no hay contraindicación para disfrutar de los beneficios de la naturaleza en todas sus vertientes, tampoco la hay para dejarse llevar en este oasis de paz y relajación. Como destino en sí mismo, parada técnica o broche final a un viaje inolvidable, el Spa Laurea debe ser desde ya uno de tus must si pasas por Madeira.
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