NY ❤️ Belleza a domicilio

Cuando Lauren Remington Platt, una joven neoyorkina graduada en la universidad de Columbia y que trabajaba en el sector financiero de la gran manzana, se dio cuenta del tiempo que perdía en acudir a su instituto de belleza o peluquería para estar a punto en su imparable vida social, dio forma a una brillante idea a la que llamó Vénsette.

Todo empezó en el año 2011 con el objetivo principal de proporcionar un servicio completo y profesional de peluquería y maquillaje a domicilio a precios asequibles, nada nuevo en una ciudad donde es difícil dar dos pasos y no encontrar un negocio del sector de la belleza. El tiempo en una ciudad como Nueva York, donde parece que todo pasa mas rápido que en cualquier otro sitio, y la mujer neoyorkina que persigue estar perfecta las 24 horas del día, hicieron que su idea fascinara a más de una.

La idea de tener estos servicios en casa sólo para grandes ocasiones es ya cosa del pasado. Se acabó correr de un lado a otro por las calles de las Gran Manzana para que te peine el peluquero que te gusta y te maquille el maquillador de las estrellas. Nada más fácil que reservar tu cita desde su conseguida app para llegar a casa y tener a un buen profesional formado y de calidad para dejarte perfecta. Un lujo, sin duda, pero además asequible si lo comparamos con las cantidades astronómicas que muchos de estos profesionales cobran por estos servicios en Nueva York. Sabiendo que ser peinada por uno estos dioses del pelo puede rondar los 800 $, los 150$ de Vénsette  a domicilio y con flexibilidad de horarios hicieron que el negocio funcionara desde el primer momento.

El gran éxito de Vénsette, entre otras cosas, es que no sólo ha sido bien recibida por las presumidas y adineradas mujeres neoyorkinas  (que son muchas) sino también por otras tantas que no utilizaban estos servicios por falta de tiempo o simplemente por no saber a dónde ir en una ciudad donde la comodidad se paga muchas veces sin pensarlo.  Todas ellas han encontrado una manera fácil y cómoda de estar preparadas para cualquier evento, en un tiempo máximo garantizado de entre 45 y 90 minutos y con una disponibilidad de 24 horas al día 365 días al año. Detalles que hacen que más de una duerma tranquila ante cualquier imprevisto en la ciudad que nunca descansa…

Todos sus profesionales están entrenados y enseñados para que los servicios sean de cinco estrellas. Las más de noventa marcas de lujo de productos de belleza que utilizan han reforzado su ya fidelizada clientela. Una vez más, sorprende cómo de un negocio existente puede nacer otro y además, mejorado. Vénsette ha cambiado el modo de vida de muchas mujeres que han conseguido que estar guapas y cuidadas por buenos profesionales en una ciudad donde la relación calidad- buen precio no es fácil de encontrar. Hay miles de peluquerías por las calles de la ciudad donde el servicio y las instalaciones son muy inferiores al precio que pagas en ellas.

Servicio a domicilio, buenos profesionales y buenos precios han conseguido el éxito arrollador de Vénsette por las casas de las neoyorquinas. Ahora comienza un prometedor plan de expansión a primera vista imparable. El pasado febrero comenzaron en Los Ángeles y en menos de cinco meses ya dan servicios en San Francisco, Silicon Valley y Miami. Vénsette ya es reconocida en el mundo de la moda y el cine y muchas de sus clientas son reconocidas modelos y actrices que se han hecho verdaderas adictas a sus servicios.

Les ha tomado tiempo sacar su aplicación para teléfonos móviles pero ha merecido la pena y una vez que la descargas, sus servicios (hay que decirlo) se hacen irresistibles. Seleccionas el tipo de peinado que deseas y el maquillaje (según nombres de personajes míticos como Grace Kelly explicando en cada uno de ellos para qué tipo de color de piel, ojos y pelo están pensados) y el pago se realiza en el momento de la reserva. El profesional llegará puntual a tu domicilio sabiendo exactamente lo que necesitas y sin tiempo que perder: en 45 min estarás perfectamente maquillada y peinada. Desde luego, un lujo que toda mujer debería poder permitirse.