No tuve dudas. Cuando mi dermatólogo me propuso probar un determinado producto (de Roda Cosmetics) hace un par de años, nunca imaginé que pudiera empezar allí una historia de búsqueda exhaustiva del mismo. Fue motivada estrictamente por la curiosidad, para saber cuál era el origen y evolución de algo que me parecía totalmente diferente.
Debido a mi tipo de piel, lamentablemente no son muchos los cosméticos que puedo utilizar. Y sí, tuve un flechazo con el producto, con la empresa y con la historia de su fundadora.
Marta Jubero-Domènech es una ingeniera industrial que tras una larga trayectoria asociada al mundo tecnológico y medioambiental, empezó a barruntar la idea desde San Francisco. Mientras trabajaba en una empresa de software para aviación, pensó en poner en marcha una startup que combinara la tecnología y los datos aplicados a la dermocosmética de alta gama.
Para ello, ella y su hermano (director creativo) estudiaron 10.000 ingredientes y analizaron los componentes de más de 180 marcas globales del mercado mundial, así como las valoraciones de sus clientes.
Marta tuvo problemas de acné de jovencita, algo que -según confiesa- le creó ciertas inseguridades. Dedicándose a otros ámbitos, tuvo en mente durante bastante tiempo poder hacer algo realmente efectivo para los diversos tipos de pieles gracias al big data y a los avances tecnológicos. En su etapa en California se inspiró, entre otras personas, en David Sinclair. Un biólogo australiano y profesor de genética en la Escuela de Medicina de Harvard.
Y se puso a ello. Tenía claro que quería trabajar con ingredientes naturales puramente mediterráneos y huir de los clásicos a los que muchos laboratorios recurren pero que suelen venir de otros países. Así que localizaron el madroño, la artemísia y el pino rojo, que son, a día de hoy, el trío de ases de los ingredientes fundamentales en Roda Cosmetics, pequeño laboratorio de Barcelona.
Tal y como apunta su fundadora, Roda Cosmetics tiene una pata tecnológica esencial. Pero al mismo tiempo muy aspiracional, sostenible y ajena a los géneros. Es decir, que la firma trabaja en productos específicos para cada tipo de piel, con independencia del género de las mismas.
Como curiosidad, Roda significa rueda en catalán, pretende evocar la sostenibilidad y es también, en terminología náutica, una pieza que forma la proa de la nave. Además, es el nombre del pueblo donde pasan sus veranos, Roda de Barà.
Con perseverancia, pasión y mucha investigación han conseguido ser el único laboratorio de dermocosmética del Barcelona Health Hub. Un hub de innovación en salud del Hospital de Sant Pau de Barcelona y la primera startup en Europa formulando con datos e IA.
Las rutinas que proponen son minimalistas. Limpieza y protección solar. Y un buen cóctel de antioxidantes, hialurónicos y retinodes. Para ello, siguen trabajando con startups y empresas de biotecnología estudiando el comportamiento de las plantas para lograr ingredientes encapsulados.
El producto estrella es, sin duda alguna, el Gel Hidratante Hialurónico. Ideal para personas que necesitan hidratación, con una doble función, suave y muy ligera crema y un sérum altamente concentrado. Todo en uno.
La textura es especialmente fluida, el aroma ligeramente amaderado gracias al pino rojo y el packaging -de un cristal muy especial- es muy japo-mediterráneo. La combinación es sencillamente perfecta. Pero probablemente estos aspectos los valora una parte concreta de la población. Y a ella se dirigen.
Roda tiene pocos años de vida y va lanzando productos con mucho tiento, a pesar de tener formulados otros tantos donde, como hemos apuntado, los algoritmos son sus compañeros de ruta. Va consolidando sus productos icónicos en Europa con la vista puesta en Estados Unidos y Asia a medio plazo.
No en vano, según los datos de Stanpa (Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética) España mueve más de 10.000 millones de euros. Con crecimientos récord en los dos últimos años, se sitúa como uno de los grandes sectores que contribuyen a la expansión económica como el turismo o la restauración.
De este modo, Roda se ha centrado también en otros productos. Como el sérum contorno de ojos multifunción; la crema facial hidratante super concentrada o la rutina de limpieza facial en dos pasos. Así como en el tratamiento de cabello, la crema de afeitar nutritiva, el champú y acondicionador secos o las barras de jabón. Las elabora para pieles sensibles, de caléndula, naranja y canela; y para pieles secas, a base de ruda mediterránea y algas. Por supuesto, la crema hidratante de cuerpo de vetiver y bergamota, así como toda su gama corporal.
La firma también se ocupa del ámbito del estilo de vida en todas sus variantes. Porque el componente emocional, personal y claramente experiencial forma parte cada vez más de un determinado hábito de compra. Así como la historia de determinados cosméticos, la historia de productos gastronómicos o vivencias en destinos personalizados siguen ganando posiciones a la hora de invertir en un determinado producto. Y en ese camino está Roda Cosmetics.
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