Isabel II aprendió a conducir durante la Segunda Guerra Mundial, cuando se unió al Servicio Territorial Auxiliar como conductora y mecánica. Era 1945 y con 18 años consolidó su habilidad detrás del volante a bordo de furgones y camiones militares. Sabía por aquel entonces que su destino era convertirse en reina, algo que sucedería siete años después. Quizás por eso nunca tuvo carné de conducir.
Como reina de Inglaterra, Isabel II estaba exenta de varias leyes, entre ellas la obligación de tener un permiso de conducir. El británico es emitido en nombre del soberano, por lo que, en teoría, no era necesario que ella misma lo poseyera. Lo mismo ocurría con el pasaporte, que tampoco necesitaba.
Quizá por sus inicios como conductora o por la pasión que compartía con su marido, los rudos vehículos Land Rover y Range Rover se convirtieron en algunos de sus preferidos. A modo de anécdota, diremos que era tanta la devoción de Felipe de Edimburgo por la marca, que él mismo ayudó a diseñar el Land Rover fúnebre que trasladó su féretro hasta la capilla de San Jorge del Castillo de Windsor.
En cualquier caso, Isabel II asumió como propia la pasión por conducirlos, junto a algunos modelos de Jaguar o Aston Martin. Muchos de esos modelos han pasado a la historia. Ahora, diez de los Land Rover y Range Rover que alguna vez llevaron a Isabel II sobre sus asientos están de gira por Estados Unidos.
Algunos forman parte de colecciones particulares de apasionados del motor estadounidenses. Es el caso del primer vehículo Land Rover de State Review que acompañó a Isabel II y su esposo durante una gira de seis meses por la Commonwealth. Como curiosidad, contaba con una plataforma trasera diseñada a medida.
Algunos de estos modelos apenas salían unos kilómetros de Balmoral o Sandringham, donde Isabel II disfrutaba de su conducción habitualmente. En esta colección itinerante organizada por Land Rover Classic también está el último Range Rover preferido por Isabel II. Un modelo que estrenó en 2009 y personalizado al detalle. El coche tenía sobre el capó la figura de un perro labrador, un detalle que le agradaba especialmente.
Tras pasar el fin de semana en la explanada del neoyorquino Rockefeller Center, su próximo destino será Malibú. Allí, en California, la exposición de estos diez Land Rover y Range Rover de Isabel II podrá disfrutarse entre el 22 y el 24 de noviembre próximo.
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