No hace mucho tiempo, los medios internacionales se hicieron eco de que los duques de Sussex podrían haber comprado una vivienda en nuestro país vecino, Portugal. Una vivienda estratégica cerca de donde viven la princesa Beatriz de York y su familia; y no demasiado lejos de Londres. Sin embargo, hoy hemos conocido que Meghan Markle y el príncipe Harry no habrían comprado una casa en Portugal, sino un terreno.
Un matiz más que relevante que daría pie a la futura construcción de una vivienda diseñada a su gusto. La información, revelada por OkDiario, afirma que la pareja habría adquirido una hectárea de terreno en la urbanización Costa Terra Golf. Un destino perfecto para celebridades y grandes patrimonios, con unas trescientas propiedades, y situado en la localidad de Melides, a hora y media de Lisboa.
Así, los duques de Sussex habrían desembolsado por el terreno unos 4 millones de euros. Una inversión a futuro en la que podrían construir la casa de sus sueños. Un hogar sostenible, cerca del mar y muy al gusto de los deseos de la pareja.
Recordemos que Meghan y Harry se habrían enamorado de Portugal tras pasar unos días de vacaciones en la propia Melides, en la costa Comporta, en el verano de 2023. En aquel momento se alojaron junto a sus hijos en la mansión que Eugenia de York y Jack Brooksbank tienen en la citada urbanización.
Aparte de tener una segunda residencia en un lugar muy especial, con la inversión la pareja se habría garantizado tener derecho de paso dentro de la Unión Europea. La cantidad invertida les daría acceso a la llamada Golden Visa e incluso sacar el pasaporte portugués en un futuro no muy lejano.
Con todo, el “culpable” de que Meghan y Harry se hayan fijado en esta región portuguesa habría sido Jack Brooksbank. El marido de la prima del hijo menor de Carlos III tenía relación comercial con el fondo de inversión que invirtió en la localidad y la misión de captar clientes premium para este proyecto inmobiliario del que también es socio George Clooney.
Sea como fuere, el tranquilo pueblo de Melides, en la costa del Alentejo, se convirtió en destino de famosos tras enamorar hace diez años a Christian Louboutin. El diseñador francés, tras pasar unos días en el cercano pueblo de Comporta, quedó fascinado por los paisajes rurales, los pinares y la laguna de arroz de Melides. De hecho, Louboutin compró y restauró allí una pequeña casa donde se suele retirar a diseñar sus colecciones de invierno.
En la primavera del año pasado Christian Louboutin inauguró allí el hotel boutique Vermelho (“rojo” en portugués). Un alojamiento que combina su estilo audaz y ecléctico con influencias locales, incluyendo elementos decorativos portugueses, marroquíes y franceses. El hotel cuenta con 13 habitaciones únicas, un jardín diseñado por el paisajista Louis Benech y un restaurante dirigido por el chef David Abreu.
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