Irene Urdangarin ha conseguido reunir a toda la familia real en Suiza. Sus abuelos, tíos, padres y primos han viajado hasta Ginebra para asistir a la fiesta de su 18 cumpleaños y su reciente graduación. Una celebración por todo lo alto a la que no se sabe si asistirán la princesa Leonor y la infanta Sofía.
Y es que poco o nada se sabe de la relación que mantienen entre sí las jóvenes, quienes por edad son las más cercanas de los primos reales. La princesa Leonor e Irene Urdangarin se llevan tan solo cinco meses de diferencia, lo que hace que ambas tengas más cosas en común de las que a priori podamos pensar.
El principal punto en común entre ambas es la edad. Las dos llegaron al mundo en el año 2005, Irene nacía el 5 de junio en Barcelona, y Leonor el 31 de octubre en Madrid. La hija pequeña de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin acaba de cumplir los 18 años, y ha conseguido captar la atención de la prensa internacional, sobre todo tras su aparición en el funeral de Constantino de Grecia.
Ese día pudimos comprobar el enorme parecido físico que tiene con su prima Leonor. Ambas lucen una larga melena rubia y lisa, tienen los ojos claros, y la piel muy blanca. A ello se le suma una estatura parecida, que supera el 1.60, y una figura estilizada.
Sin embargo, el parecido de ambas no se limita a su edad o su imagen. Las dos han recibido una excelente educación internacional. Mientras la princesa Leonor se mudaba a Gales para cursar bachillerato internacional en el UWC Atlantic College, Irene ingresaba en la Escuela Internacional de Ginebra, también conocida como Ecolin. Un exclusivo centro al alcance de pocos bolsillos y considerado uno de los 20 mejores colegios del mundo.
También en ambas se da la casualidad de que uno de sus padres es plebeyo. Cuando la reina Letizia conoció al entonces príncipe de Asturias era una joven periodista de origen asturiano que apenas comenzaba su carrera en Televisión Española. Lo mismo pasó con Iñaki Urdangarin, quien era un conocido jugador de balonmano originario del País Vasco.
El gusto por el deporte lo heredó su hermano Pablo Urdangarin, con el que mantiene una excelente relación. En más de una ocasión, Irene ha viajado hasta Barcelona para ver a su hermano jugar al balonmano. Y es que la joven tiene una estrecha relación con sus tres hermanos mayores Miguel, Juan Valentín y Pablo, que ahora viven fuera de casa.
Este amor fraternal lo comparte Irene Urdangarin con la princesa Leonor, que está muy unida a la infanta Sofía. Su conexión es evidente en cada una de sus apariciones públicas y salta a la vista que además de hermanas son grandes amigas. Y es que al llevarse tan solo dos años, Leonor y Sofía son uña y carne.
Una estrecha relación que han podido compartir en varias ocasiones con Irene. Y es que ambas han pasado todos sus veranos de infancia en Palma de Mallorca. En la isla las primas han compartido días de playa, vela y confidencias, pues la reina Sofía siempre ha tratado de reunir a todos sus nietos en su refugio veraniego.
Sin embargo, estos seis puntos en común no quieren decir que Irene y Leonor sean exactamente iguales. La primera diferencia que encontramos en amabas es su posición dentro de la casa real. Mientras que la princesa Leonor es la primera en la línea de sucesión al trono, Irene es la última. Como familia directa del rey Felipe VI, Irene tiene derecho hereditario a ocupar el trono español, pero lo haría después de Leonor y Sofía, su tía Elena, sus primos Froilán y Victoria Federica, su madre y sus tres hermanos.
Esto se refleja también en el grado de popularidad de ambas. La princesa Leonor es conocida por todos y desde pequeña la hemos podido ver junto a sus padres y cumpliendo con sus obligaciones de heredera. Sin embargo, Irene Urdangarin es la más desconocida de la familia real, junto con sus hermanos.
Son contada las veces que hemos podido verla en público o junto al resto de la familia. Además, desde que saliera a la luz el Caso Nóos que llevó a su padre a la cárcel, llevó una vida practicante anónima junto a su madre en Ginebra.
Esto ha hecho que Irene haya crecido siguiendo los gustos y modas de una chica de su edad. Y es que siempre que hemos podido verla lucía un look desenfadado y casual protagonizado por pantalones anchos y camisas. Un estilo que se diferencia mucho al de la princesa Leonor, quien cumple el protocolo de vestimenta con vestidos y trajes que la hacen parecer más mayor.
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