Sorpresa en la subasta de una pintura realizada por Carlos III

Al igual que Kate Middleton es una apasionada de la fotografía, su suegro, el rey Carlos III, tiene en la pintura uno de sus principales pasatiempos. A principios de este mismo año, la organización benéfica que él mismo preside, The Prince’s Foundation, recopiló es una exposición un nutrido número de las acuarelas que él mismo había pintado. Se exhibieron con gran éxito en en la Capilla Garrison, situada junto al barrio de Chelsea. Esta misma semana, los expertos de la firma Bonhams se han quedado de piedra tras ver el resultado final de una subasta una pintura realizada por el hijo de Isabel II.

Carlos III reflejó en esta acuarela el Castillo de Balmoral, donde murió su madre

La obra, por la que no esperaban obtener más de 600 libras, se acabó vendiendo por casi diez veces más. Todo un éxito inesperado para una pintura en acuarela pintada por el Rey. No se tiene constancia de que se haya vendido nunca en una subasta una obra de arte realizada por un monarca durante su reinado.

Se trata además de una copia de gran calidad. En concreto la número 18 de una edición limitada a 100, de una pintura original que Carlos III pintó en 2001. En ella, el monarca reflejó de forma «encantadora», como lo definen desde Bonhams, el Castillo de Balmoral y su entorno.

El éxito de la subasta de la pintura de Carlos III

Hamish Wilson, curador de la casa escocesa de Bonhams, cree que el fallecimiento de Isabel II en su retiro escocés ha podido influir en el resultado final de la subasta. «La pintura adquirió una resonancia y un atractivo especial, por supuesto, debido a los acontecimientos recientes. No me sorprende que haya habido una puja tan entusiasta, ni que haya excedido tanto su estimación», ha dicho a medios locales un sorprendido Wilson.

Carlos III ha reconocido que para él pintar es «uno de los ejercicios más relajantes y terapéuticos» que conoce. Aunque es una actividad complicada que le ha generado mucha frustración en algunos momentos. «Descubrí lo increíblemente difícil que es pintar bien en un medio tan espontáneo. Y el sentimiento de frustración intensa de no poder lograr en el papel, la imagen que tu ojo te ha presentado», afirma.