El padre de Meghan, Thomas Markle, aparece de nuevo en escena, aunque esta vez con un tema que ya parece caducado: la entrevista que la polémica Oprah Winfrey les realizó a los duques de Sussex hace unos meses. En concreto se centra en las respuestas del príncipe Harry, su yerno. El molesto pariente, que lleva años alejado de su hija, acusa a Winfrey de aprovecharse de la pareja, en especial de Harry, con un estado de debilidad notable tras los incidentes con su rol familiar.
Pero Thomas va más allá y opina que la comunicadora está reinterpretando a la pareja y que trata de construir su propio entramado para seguir fomentando el interés en nueva entrevistas con la pareja. Y que en este caso se apoya en el rival más débil para forzarle a decir cosas que no debiera en televisión.
Como es sabido, durante la entrevista, los Sussex hicieron diversos alegatos contra el palacio. Incluidas acusaciones de racismo y que las ayudas solicitadas por Meghan para solucionar los problemas de salud mental no recibieran respuesta. Por su parte, Harry volvió a someterse a otra entrevista con Winfrey insistiendo en sus enfrentamientos y dudas personales tras la muerte de su madre, la princesa Diana, en 1997.
En un alarde de sinceridad incontestable, Harry confiesa que estaba dispuesto a sumergirse en todo tipo de excesos. Desde caer en la bebida y sumergirse en el mundo de las drogas a intentar hacer cualquier cosa que le hiciera sentir menos mal de cómo me sentía.
Para nadie es un secreto que Meghan y su padre han estado separados durante muchos años, tras diversas conductas inadecuadas de éste. Desde vender unas fotos a la prensa a través de un paparazzi, poco antes de la boda real de 2018, como filtrar, también a través de los medios, una carta personal a su hija. Todo en las mismas fechas. También la media hermana de Meghan, Samantha Markle, protagonizó algún episodio similar. Con ánimo de participar en lo que parecía el reparto de un pastel económico para la familia de Meghan, aunque lo que consiguieron fue alejarse todavía más de su participación en la real boda.
Desde aquellas fechas, Thomas Markle ha protagonizado diversos titulares tan sensacionalistas como controvertidos. Desde confesar que consumía cocaína, hasta acusar a la propia Meghan, su hija, de tratar de destruir a la familia real. Las relaciones entre padre e hija también fueron abordados en la entrevista de marzo con Winfrey, especialmente hablando de su relación con la prensa. En concreto ella le pidió que le dijera la verdad, y sólo de ese modo podrían ayudarle, aunque sus palabras cayera en saco roto.
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