El duque de Cambridge se ha convertido en el primer miembro de la familia real británica en opinar de viva voz sobre lo dicho por su hermano Harry y Meghan Markle en la entrevista a Oprah Winfrey. “No somos una familia racista”, ha sentenciado un contundente William ante la directa pregunta realizada por el reportero de Sky News Inzamam Rashid: “¿Es la familia real una familia racista?”. Una inesperada reacción, porque tras la nota oficial firmada por Isabel II este martes, se intuía que los miembros de la familia iban a tratar el asunto en privado, sin hacer más comentarios por un tiempo.
Pero se ve que las acusaciones de los duques de Sussex no han sentado nada bien al príncipe William, que ha verbalizado el enfado que tienen los miembros de la familia con el asunto. Más allá de la elegante postura oficial de Buckingham. Los reporteros que cubrían una visita del nieto de la Reina a una escuela en Stratford, al este de Londres preguntaron también a William si había hablado con su hermano Harry desde el domingo pasado.
“No, todavía no he hablado con él… pero lo haré”, asegura el duque de Cambridge citándose para una conversación futura que podría condicionar para siempre la relación de ambos. Fuentes cercanas al príncipe William y Kate Middleton han detallado que la pareja se siente profundamente dolida con los miembros huidos. Entre otras cosas porque les han señalado directamente a ellos. Durante la entrevista, Meghan citó expresamente el incidente con Kate previo a la boda como ejemplo de los duros momentos que vivieron y el trato que recibieron. Una situación que afectó a su salud mental y que alentó aún más sus ánimos suicidas.
Afirmaciones que aún duelen más cuando se sabe que públicamente Kate Middleton se ha mostrado especialmente sensible con todo tipo de iniciativas que tengan que ver con la salud mental. La duquesa de Cambridge, presente también en el acto de hoy junto a su marido, no habló con la prensa.
Elegante con todos los presentes para celebrar la apertura de las escuelas tras el confinamiento, escogió un atuendo fantástico con el rosa chicle como protagonista. Un toque de calma marcado por un abrigo de lana de Max Mara y un jersey del mismo color, firmado por Boden. Ha completado su look con unos pantalones acampanados, unos salones azules de ante con tacón ancho y una cartera de mano de piel.
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