Michelle Obama colapsa las redes sociales

Tras meses de desencuentros entre Estados Unidos y China, la Casa Blanca decidió aprovechar la visita del presidente de China, Xi Jinping, a Washington para ofrecer en su honor una cena de estado por todo lo alto, con la que aliviar las tensiones. Es la segunda vez que esto ocurre, pero en esta ocasión, la exclusividad y estilismo de la gala saltaba a las portadas de los medios, más allá de la cita política de cooperación entre ambos países que esta cena supone.

Y la primera mirada se concentró, como viene siendo habitual, en la primera dama, Michelle Obama, enfundada en un vestido de Vera Wang, la diseñadora estadounidense de origen chino, de corte sirena y tul en la falda, que completó recogiéndose el cabello hacia un lado, un look inspirado en los años dorados de Hollywood que triunfó de inmediato. Las fotos previas de la pareja presidencial en el pórtico norte de la Casa Blanca desbordaron las redes sociales. Los Obama estaban sencillamente impecables a la espera del presidente chino  y su esposa, Peng Liyuan.

Ellos no fueron los únicos en centrar la atención mediática y social. A la cena estaban invitadas personalidades del mundo de la política, empresa, cultura, ciencia y tecnología de EEUU y China. Entre ellos, nombres destacados de Silicon Valley, como el CEO de Apple, Tim Cook; el fundador de Facebook, Marck Zuckerberg, junto a su esposa, Priscilla Chan; el presidente de Disney, Bob Iger, y el jefe de DreamWorks, Jeffrey Katzenberg.

Todos ellos se sentaron en la mesa presidencial, como líderes de compañías que concentran miles de millones de dólares de negocio con China, a excepción de la red social Facebook, que sigue censurada en el país asiático. También acudieron a la cena la magistrada del tribunal supremo, Sonia Sotomayor, el director de cine, Lee Daniels, y los ex secretarios de estado, Madeleine Albright y Henry Kissinger. La actuación musical de la velada corrió a cargo del premiado artista estadounidense de R&B Ne-Yo.

El fin del verano y el inicio del otoño inspiraron la decoración y el menú de la cena de estado con la que fueron agasajados el centenar de invitados en la Casa Blanca. La atmósfera de estas citas de Estado siempre pretende aunar elementos culturales de los dos países invitados, desde un punto de vista estético. En esta ocasión, la rosa fue el símbolo utilizado para esta cena, cuya decoración de salas y centros de mesa se completó con cascadas de flores y paisajes naturales inspirados en el país asiático. También el menú se inspiró en las tradiciones culinarias chinas y estadounidenses, elaborado por la chef invitada, Anita Lo, dueña del restaurante “Annisa” de Nueva York y nombrada mejor cocinera de EEUU en más de una ocasión.

Junto a ella estaban la cocinera jefe de la Casa Blanca, Cris Comerford, y la jefa de repostería, Susan Morrison. El menú estuvo compuesto de consomé de setas con trufa negra y semillas de calabaza, acompañado de vino Shaoxing; langosta de Maine con fideos de arroz, espinacas y hongos Shiitake; cordero a la parrilla sazonado con ajo frito y acompañado por brócoli, todo regado por un merlot Pride Mountain Vintner Select 2012; y de postre, sorbete de limón y lichi, la tradicional fruta china. (*Fotografías oficiales de la Casa Blanca tomadas por Pete Souza).