Colate Vallejo-Nágera: “Creo firmemente que soy un caballero”
Su figura mediática cobra un valor superlativo cuando conoce a Paulina Rubio. Sin imaginarlo en el peor de sus sueños, Colate Vallejo-Nágera comienza a transitar por esa segunda vida en la que, reconoce, “la travesía es mucho más difícil y complicada, pero de más vida también”. El motivo es que “conlleva mucho más aprendizaje, más sufrimiento y también algunas cosas buenas”. Todo eso, que ha resultado sanador, lo cuenta en ‘Colate por Nicolás’, su debut como escritor.
The Luxonomist: Mujeriego, informal, truhán, vividor, señorito, serio, inteligente, encantador… Así comienza el prólogo de tu libro. ¿Te sientes reflejado en esos calificativos?
Colate Vallejo-Nágera: Esos calificativos sí que me definen. Aunque algunos de ellos van cambiando en diferentes etapas de la vida, sí creo que son certeros, aunque hacen que sea un poco indefinible.
TL: ¿Tu vida privilegiada desde la cuna te ha hecho valorar más las cosas cuando te han faltado?
Colate Vallejo-Nágera: Más que hacerme valorar las cosas cuando me han faltado, me ha enseñado el valor de algunas y lo difícil que es conseguirlas. Esa vida me ha hecho aprender mucho y crecer, tal vez un poco más tarde de lo que debiera, pero sí a tiempo para la vida.
“Mi vida me ha hecho crecer más tarde de lo que debiera, pero a tiempo para la vida”
TL: Hay una opinión unánime sobre ti en aquellos que te conocen. Dicen que eres un caballero. ¿Enseñanza familiar o has sido autodidacta en eso?
Colate Vallejo-Nágera: Me gusta que me digas eso, porque creo que lo soy. Es el resultado de mi educación familiar y de ser un poco autodidacta, porque he viajado mucho y me he fijado en gente de referencia. Hay algo de mi responsabilidad en esa caballerosidad.
TL: ¿Hay un límite entre Colate y Nicolás?
Colate Vallejo-Nágera: Colate es el personaje y Nicolás la persona. A veces se entremezclan, no sé si hay límite. Hay gente que piensa que ese límite es este libro, pero no lo sé. Son dos personas compatibles. Colate no puede estar sin Nicolás y viceversa.
TL: ¿En algún momento te has arrepentido del distanciamiento emocional de tu padre?
Colate Vallejo-Nágera: Es algo que ha afectado mucho mi vida y más que arrepentirme, porque en algunos momentos sí he tenido yo la responsabilidad, creo que en alguna ocasión podía haber hecho un esfuerzo mayor. No es arrepentimiento lo que siento, es más un sentimiento de pena y tristeza por no haber tenido una mejor relación con él.
“Las mujeres han sido siempre muy superiores”
TL: ¿Hay algo del chico del barrio de Chamberí en el hombre de mundo actual?
CVN: Sí. Está la raíz de este hombre de mundo, porque es verdad que he vivido mucho. Llevo más de la mitad de mi vida fuera, pero sigo conservando ese chico de Chamberí. Nunca voy a dejar de serlo. Me chifla pasear por sus calles, sentir mi barrio, seguir saludando a los que me conocen desde hace 45 años. Me emociona revivir todo eso y también te digo que me gustaría volver a vivir allí.
TL: ¿Qué habría sido de ti sin la presencia femenina en tu vida?
CVN: La presencia femenina es fundamental en mi vida. Aparte de mi madre y que he vivido en un matriarcado con mis hermanas y siempre rodeado de mujeres, me he considerado siempre un feminista acérrimo. He considerado a las mujeres muy superiores en todo a los hombres, más fuertes, más listas. Lo que no entiendo es el feminismo de ahora, que para mí no tiene ningún sentido. En mi mundo, las mujeres han sido siempre muy superiores. Y eso para mí ha sido importantísimo.
“Me gustaría volver a vivir en Chamberí”
TL: ¿Te recuerdas un niño feliz?
CVN: La verdad es que sí. Recuerdo mi niñez con mucha felicidad. Los momentos tristes aparecieron con el paso de los años. Aun así, me sigo considerando un niño y continúo teniendo mis momentos de felicidad.
TL: ¿Has luchado/luchas para que tu hijo no tenga que pasar por situaciones vividas por ti?
CVN: Lo que ha marcado mi vida en los últimos años han sido las luchas para que mi hijo no tenga que vivir determinadas situaciones que, en su caso, desgraciadamente son más complicadas que las que yo tuve que vivir. He tratado de evitarle cosas que a mí me afectaron y las tengo muy en cuenta en su educación. Su situación es mucho más complicada que la mía, por eso le estoy dedicando tanto tiempo”.
TL: ¿Hay un punto de inflexión en tu trayectoria vital?
CVN: Sin duda alguna, el nacimiento de mi hijo. Incluso la noticia de que venía un niño en camino. Ahí es cuando sentí que la vida daba un vuelco y empezaba mi otra vida, que es la que se ve reflejada en la segunda parte de mi libro. Es una vida mucho más complicada, más difícil… pero más vida también. Porque conlleva mucho más aprendizaje, más sufrimiento y también cosas buenas. Al ser un periodo más difícil supuso mayor aprendizaje vital y, evidentemente, eso es lo que me cambia la vida.
“Cuando supe que mi hijo venía en camino comenzó mi otra vida”
TL: La portada de tu libro reza: ‘La historia que nunca creí que contaría’. ¿Ha sido sanador y terapéutico hacerlo?
CVN: El proceso de escribirlo me ha llevado dos años. Durante ese tiempo, tengo que reconocer que sí ha habido terapias sanadoras y terapéuticas, pero no el hecho en sí de escribirlo, sino todo lo que hay detrás. Ten en cuenta que yo venía de un proceso muy largo de sanación personal, que todavía no está culminado. Rebuscar en todas esas vivencias me supuso, en cierta medida, una buena terapia.
TL: De poder hacerlo, ¿qué cambiarías de lo vivido?
CVN: La verdad es que no pienso mucho en cambiar lo vivido pero, evidentemente, si volviera a pasar por el mismo camino, hay muchas cosas que no volvería a hacer. Sobre todo, habría muchas señales que entendería de una manera distinta pero, como ya no se pueden modificar, no merece la pena ni pensarlo.