Foto: Gtres.
A pesar de que ninguno de ellos ha confirmado la noticia, el divorcio de Kim Kardashian y Kanye West es un hecho. Hace una semana se conocía que la influencer había contratado a la famosa abogada Laura Wasser para poner fin a su matrimonio con el rapero. Un divorcio que seguro se convertirá en uno de los más mediáticos y millonarios de la historia reciente. Sin embargo, parece que la pareja tendría el acuerdo de separación algo avanzado. Y es que según publica un medio estadounidense, Kim Kardashian y Kanye West habrían firmado un contrato prenupcial en 2014, unos meses antes de su famosa boda en Florencia.
La web de cotilleos Radar Online asegura que Kim Kardashian y Kanye West firmaron unas capitulaciones matrimoniales en marzo de 2014, dos meses antes de su boda en Florencia. De acuerdo con dicho contrato, en caso de separación, Kim Kardashian recibiría un millón de dólares por cada año de matrimonio con el rapero, hasta alcanzar el límite de 10 millones de dólares. Además, la influencer podría conservar todas las joyas y regalos que West le hubiera hecho durante su relación, y ser la beneficiaria de un seguro de vida de 20 millones de dórales.
En definitiva, un listado de condiciones muy beneficiosas para Kim Kardashian, pero que estarían totalmente obsoletas. Y es que cuando la pareja firmó dicho contrato, su patrimonio era mucho menor. En 2014 Kanye West tenía una fortuna de 100 millones de dólares y Kim Kardashian de 40 millones. Ahora, seis años después, la situación ha cambiado bastante.
Según publicaba esta semana la revista Forbes, Kanye West es el más rico de la pareja con un patrimonio de 1.260 millones de dólares, principalmente vinculado a su marca de ropa, Yeezy. Cada una de las prendas de esta firma cuesta más de 200 dólares. Sin embargo, su mayor baza está en el acuerdo que el rapero tiene con adidas para fabricar, comercializar y distribuir sus productos. Un patrimonio muy bien valorado, pero que tendría un problema: la falta de liquidez.
Por el otro lado, está Kim Kardashian. Forbes fija en 750 millones de dólares la fortuna de la influencer. Una cantidad menor a la de su todavía marido, pero que tiene una ventaja, la liquidez. Kim cuenta con su firma KKW Beauty de la que según la publicación tiene una participación valorada en 408 millones. A esto hay que sumar el dinero que ha ganado en las 13 temporadas del reality Keeping Up With The Kardashian, su aplicación móvil y sus trabajos como modelo e imagen de diversas marcas. Además, el año pasado vendió el 20% de su marca de cosméticos a Coty por 200 millones de dólares.
A pesar de que cada uno de ellos tiene sus negocios y patrimonio, la pareja también cuenta con varios bienes en común. El más importante es la mansión familiar de Calabasas, en California. Una vivienda que Kanye West reformó tras adquirirla por 40 millones de dólares y que ahora Kim Kardashian estaría exigiendo como base para un acuerdo amistoso. Junto a ella el matrimonio también cuenta con un condominio en Miami y dos ranchos en Wyoming.
Si bien la pareja tenía un acuerdo prenupcial acordando las bases económicas de su divorcio, lo que no tienen fijado es la custodia de sus cuatro hijos: North, 7, Saint, 5, Chicago, 2 y Psalm, 1. Uno de los puntos más importantes que la pareja estaría discutiendo.
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