Fernando Trueba: «Cuando oigo hablar de lo bueno que es Tarantino, se me va la pinza»
No sé si le gustará mucho que diga que es un histórico de nuestro cine, pero Fernando Trueba no puede volver la espalda a su legado. Reconoce que la música se le resiste, tal vez porque le ha faltado constancia para darle vida. Pero suple esa carencia en su última película, “Dispararon al pianista”, basada en un hecho real y que ha puesto en pie con la inestimable ayuda de Javier Mariscal. Ahora empieza su promoción y el paseo por todos los festivales de cine, algo que le gusta más bien poco.
The Luxonomist: ¿Después de lo mucho vivido qué has encontrado, de verdad, en esta profesión que no tiene otra actividad de la vida?
Fernando Trueba: No lo entiendo como profesión. Yo hago películas. Mi vocación, la pasión de mi vida, que aún continúa siéndolo.
TL: ¿Nos hemos perdido a un gran periodista?
FT: No creo que el periodismo haya perdido nada. Si acaso el cine.
TL: Director de cine, guionista, productor de cine, actor y realizador. ¿Te has propuesto demostrar que contigo no va eso de que “el que mucho abarca, poco aprieta”?
FT: Solo soy cineasta, alguien que hace películas. Es decir, las escribe primero con palabras en papel y luego las pasa “a limpio” con la cámara.
«Escribo películas en papel y las paso a limpio con la cámara»
TL: Cuando ya se ha hecho de todo, superando en cada trabajo sus propios retos. ¿Qué es lo que te estimula para seguir en la lucha?
FT: La idea de hacer un día una gran película, esa aspiración a hacerlo mejor…
TL: ¿Qué hay del director novel de “Ópera prima” en el de “Dispararon al pianista”?
FT: El mismo amor al cine, a la música y a Truffaut.
TL: Una historia real, 20 años de investigación, un genio del jazz desaparecido y Javier Mariscal en la aventura. ¿Qué puede salir mal?
FT: Todo siempre se puede ir a la mierda. No se puede uno relajar ni un segundo.
TL: ¿Preparado para la siempre ilusionante aventura de recorrer los festivales del mundo con esta historia?
FT: Eso sí es un trabajo. Y duro. Es la parte que menos me gusta.
TL: ¿Qué te ha dejado para el recuerdo la figura de Tenorio Jr, el pianista brasileño desaparecido durante la dictadura argentina?
FT: Le siento como un amigo, como alguien a quien conociera. Le tengo un gran afecto.
«Amo el cine, la música y a Truffaut»
TL: ¿Lo mejor que se te da hacer?
FT: Perder el tiempo. En eso, soy el más grande.
TL: ¿Quién ha marcado realmente tu vida?
FT: Mi madre, mis dos hermanos mayores y Azcona.
TL: ¿Qué te pone de buen humor?
FT: Leer en mi hamaca, hacer reír a Cris, charlar con amigos…
TL: Esa canción con la que, cuando la escuchas, se te mueven los pies sin remisión.
FT: No sé bailar, pero el piano de Joao Donato te mueve todo el cuerpo.
TL: ¿En qué eras brillante en el colegio?
FT: En latín, francés, dibujo, historia del arte.
TL: Esa obra de arte que te gustaría tener expuesta en casa.
FT: “The Story of the Eye” de Manny Farber.
«Soy realmente bueno perdiendo el tiempo»
TL: ¿Un talento que se te resiste por mucho que lo intentes?
FT: La música. Pero es que no lo he intentado lo suficiente. Hace falta constancia y mucho tiempo además de talento. A la música hay que darle la vida.
TL: ¿Esa palabra que nunca regateas y más usas?
FT: «¿Qué sabemos?”
TL: ¿Ese bien que más valoras?
FT: La generosidad.
TL: ¿Tu mayor decepción?
FT: Cuando la gente vota a seres humanos despreciables y nocivos para el bien común.
TL: ¿A quién sigues con interés en las redes sociales?
FT: A nadie.
TL: ¿Hay alguna situación en la vida en la que, por algo, te pones pesado?
FT: Cuando oigo hablar de lo “bueno” que es Tarantino. Se me va la pinza.
“Se me resiste el talento de la música, pero no lo he intentado lo suficiente»
TL: Una película en la que te gustaría quedarte a vivir.
FT: Historias de Filadelfia.
TL: Esa experiencia gastronómica inolvidable.
FT: El Bulli.
TL: Sé que han sido muchas pero, ¿hay una pregunta que no te he hecho y te habría gustado responder?
FT: No. Todo bien.