Octavi Pujades: «Las cosas que merecen la pena tienen que salir de una locura»

Amalia Enríquez. 23/05/2022

Todo hacía presagiar que Octavi Pujades iba a ser un destacado médico cirujano, pero se cruzó la interpretación en su camino y, después de hacer el MIR, cambió el quirófano por los rodajes. “Al salir de clase” le lanzó al ámbito mediático. Después vinieron “Un paso adelante”, “Herederos” o “Centro médico”, entre otras producciones. Cuando no está ante las cámaras, puedes encontrarlo en un escenario. Ahora da vida a Frank Farmer en el musical “El guardaespaldas”, el personaje de Kevin Costner en el cine.

The Luxonomist: ¿Qué te da la interpretación que no encuentras en otra actividad de la vida?
Octavi Pujades: En la interpretación encuentro magia, diversión y la oportunidad de ser una persona distinta, libre de contar una historia sin limitaciones, sin cortapisas y dejarme llevar por las emociones.

TL: “El guardaespaldas” ¡menudo reto!
Octavi Pujades: Es un enorme reto porque es el protagonista de un musical importante. Uno siempre quiere hacerlo bien todo pero, cuando es un protagonista, se nota más si das la talla.

TL: La sombra de Kevin Costner es alargada, dicen. ¿Y la de Iván Sánchez y Maxi Iglesias?
OP: La sombra de Costner era para cine, era un medio distinto. Es un referente, pero cuando empiezas a hacerlo en teatro se convierte en un punto de referencia lejano. A Maxi e Iván no les vi, así que no te puedo decir si es alargada. Yo me pongo en manos del director y que él construya lo que tiene en mente.

“En algún momento sí, habría deseado tener un guardaespaldas”

El Guardaespaldas
Octavi Pujades es Frank Farmer en ‘El guardaespaldas’

TL: En una profesión tan mediática y con la fama “a cuestas” ¿en algún momento habrías deseado tener a alguien que te guardara las espaldas?
OP: En algún momento sí habría deseado tener un guardaespaldas, sobre todo en concentraciones muy grandes de fans. Me pasó en Eurodisney, cuando se emitía la “Lola”. Los equipos de seguridad nos tuvieron que sacar por puertas laterales. Y en Barcelona me pasó en otra ocasión. Así que sí, en algún momento me habría gustado tener uno guardaespaldas.

TL: El físico te responde ¿y la voz? Porque hay un momento que tienes que dar el tono.
OP: El físico responde si lo cuidas. Si duermes, entrenas y si tienes el texto estudiado y has dado la talla en los ensayos. No hay más secreto. Y para los tonos… ponerte en manos de los profesionales de la música, dejarte llevar y confiar en que puedes hacerlo. Eso es fundamental.

TL: ¿Un recuerdo recurrente cuando miras atrás?
OP: El de personas que he conocido, la de evidencias que he tenido, pero también la cantidad de cosas que me he perdido de los que me rodean y que echo de menos.

TL: ¿Existe una receta para la felicidad?
OP: No creo que haya una receta. Se puede intentar alcanzarla haciendo aquello que te gusta, pero creo que es algo que se ve al final de camino, al valorar si tus decisiones han sido correctas o equivocadas.

TL: ¿Solo el amor se permite una gran locura?
OP: El amor permite grandes locuras, pero no solo el amor romántico, sino también el amor por tu trabajo, por lo que te gusta hacer. Las cosas grandes, las que merecen la pena, tienen que salir de una locura.

«Si decidiera perderme siempre me encontrarías en mi casa»

octavi pujades

TL: ¿Algún vicio es sano?
OP: Por definición, los vicios no son sanos, pero hay aficiones que se convierten en vicios y que se convierten, a veces, en tu profesión y tu vocación. Así que… de todo se pueden sacar cosas buenas.

TL: Un placer prohibido que te permites.
OP: Algo tan prosaico como saltarme la dieta.

TL: Esa pregunta incómoda que siempre te hacen.
OP: Cuando estás haciendo teatro y trabajando mucho, porque se trabaja mucho en el teatro. Gente para la que solo existes si sales en la tele, te comenta: “Ay, qué estás haciendo, no haces nada ahora o cuándo te volveremos a ver en la tele”. Eso lo preguntan mucho y respondo que me pueden ver en el teatro.

TL: ¿Qué te intimida hasta el punto de sacarte los colores?
OP: Tener al lado a alguien con un talento enorme que me haga sentir que lo que estoy haciendo no está a la altura. Eso me intimida.

TL: Ese lugar en el que te encontraría si decidieras perderte.
OP: En mi casa, en la que tengo ahora o en otra, pero siempre en mi casa. Me encontrarías en un lugar lleno de referentes míos y al que entrarían mis personas, mi familia, mis amigos y poco más.

TL: ¿Y esa crítica que, por ser verdad, más te ha dolido?
OP: Pues decirme que he hecho una interpretación correcta y ya está porque, cuando es así, sabes que podías haber ido más allá si las circunstancias hubieran acompañado para yo arriesgarme.

TL: Un miedo que no sepas superar.
OP: El miedo a que descubran que soy un impostor, que no soy actor, que hasta ahora ha “colado”, pero que llegue un momento en el que digan: “No, no… este tío no vale”.

«Me intimida la gente con muchísimo talento»

El Guardaespaldas
El espectáculo se inspira en la película del mismo nombre

TL: ¿Eres de ahorrar o vivir la vida hasta el último euro?
OP: Intento vivir la vida, pero de forma comedida. Siempre tengo una espada de Damocles pendiendo de mi cabeza que me hace ser bastante sensato.

TL: ¿Qué te sorprende de la vida?
OP: Me sorprende todo. Me fascina entender por qué las personas hacen lo que hacen, cómo funcionan las cosas. Me gusta mucho observar y deducir los mecanismos que hacen que las cosas ocurran como suceden.

TL: Te dejarías cortar la mano antes de decirme…
OP: No lo sé. No tengo grandes secretos ¿eh? Y si los tuviera no te los diría aunque me cortaras la mano (risas).

TL: ¿Qué virtud envidias?
OP: La espontaneidad, incluso en momentos en los que parece que es mejor no ser espontáneo. Yo tiendo a crearme un esquema de corrección que da un resultado que cumple pero no va más allá.

TL: ¿Cuál es la mejor forma de dejar huella?
OP: Hacer un buen trabajo, algo sorprendente, ir más allá de lo que se te pide.

TL: ¿Qué caprichos te permites?
OP: Algunos materiales y otros pequeños proyectos personales que me estimulan, aunque sé que no van a llegar a nada comercialmente.

TL: Una pesadilla que no olvidas…
OP: Un mal director que no ayude y que sea un lastre para que tú puedas crear.

«La interpretación no me realiza al 100%»

TL: ¿Una extravagancia que no piensas reprimir?
OP: Discutir. Si no veo una cosa clara, discuto, argumento, analizo y, a veces, puedo dar mucho la lata con eso.

TL: ¿Qué le agradeces y reprochas a tu físico?
OP: A mi físico le agradezco que me haya permitido hacer muchos papeles; y le reprocho que haya vetado otros que sé que podría haber hecho pero que no se pensaba en mí precisamente por mi físico.

TL: Tres calificativos que sinteticen tu pareja ideal.
OP: Inteligente y con sentido del humor. Esos dos la sintetizan.

TL: La prenda que no falta en tu maleta cuando sales de viaje.
OP: Ropa de deporte. Para mí es vital poder desconectar, haciendo deporte esté donde esté.

TL: Sé que han sido muchas pero, ¿hay una pregunta que no te he hecho y te habría gustado responder?
OP: Si sigo siendo feliz trabajando en esto, por ejemplo. Y si creo que es un trabajo que me realiza por completo. Te diré que es un trabajo en el que disfruto mucho pero, al cien por cien, no me realiza. Quizás habría otro trabajo, también relacionado con la expresión artística, que me llenaría más. 

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