Sara Navarro, la zapatera prodigiosa

Entrevista por Ana Dávila
Diseñadora, zapatera, psicóloga, empresaria, coleccionista de arte o contadora de cuentos… todas esas cosas es Sara Navarro y todas ellas la definen. Una mujer del Renacimiento que fue a nacer en el siglo XX pero con el ojo puesto en el XXI. Una aventurera incansable que aprendió el amor por su oficio desde el moisés de bebé en el que le dejaba su padre al pie de la silla de zapatero de su abuelo y que jugaba con los recortes de piel y de tisú de oro y plata que caían en su cunita. Una  pionera que un día se atrevió a calzar a las mujeres como princesas.

Sentadas en su despacho de su oficina de Madrid, me cuenta Sara Navarro que tiene alma creativa, que de niña no jugaba sino que siempre pintaba y que su pasión es el arte -que es coleccionista desde los 17 años- sobre todo el arte contemporáneo. Viene de una larga tradición familiar de zapateros. Su abuelo fue “artesano”, un trabajador incansable que únicamente se permitía cenar con su familia en Nochebuena. Él diseñaba, cortaba y montaba mientras que su abuela “aparaba”, cosía las piezas de sus zapatos. Más tarde, con la generación de su padre, llegó la fabricación industrial y con ella, por fin, la internacionalización.

La pequeña Sara siempre pedía a su abuelo zapatos de princesa, los cuentos le fascinaban, una pasión que ha sabido evocar en sus colecciones de novia y fiesta. “Uno traslada a su madurez los iconos de la infancia, de mayores hacemos bien lo que hacíamos bien de niños y en eso seremos excelentes”, afirma la diseñadora. Su colección ‘Sara World’ es también “un homenaje ecológico y chic” a su infancia, una evocación de aquella España rural en la que la gente iba en alpargatas.

Psicóloga de formación, estudió diseño en Italia y enseguida lanzó sus primeras colecciones. Eran los años 80, “una época muy divertida en la que cualquier cosa por loca que pareciera era posible, nos queríamos divertir, la moda era muy lúdica y muy cercana al mundo de los cuentos y de la magia”.

¿Cómo ve Sara Navarro el diseño español hoy? “Hoy la moda española está consolidada, es mucho más madura, hay que apostar por una creatividad distinta apoyándonos en la artesanía y la calidad. Somos un país artesano pero con un estilo muy marcado. No somos tan competitivos en precio, así que tenemos que hacer muy bien lo que hacemos bien”. Nos habla Sara de todas esas grandes firmas  patrias que han vuelto a fabricar a España, porque en otros mercados los precios son más competitivos pero la calidad es otra. “España tiene que hacer lo que haga buscando la calidad, por la excelencia”.

¿Que si le ha influido la crisis? Por paradójico que parezca Sara Navarro ha apostado durante la crisis aún más por la internacionalización y la calidad lanzando una línea de lujo –Haute Chaussure-. “Un homenaje que le debo a mi abuelo y a mi padre”, sus cimientos, su historia, aquello que le da la fuerza para defender sus productos, “las cosas tienen que tener un sentido, sólo se puede defender a muerte un proyecto si tiene alma”, afirma. “Yo siempre digo que mis zapatos son diferentes porque son los únicos zapatos de mundo perfumados, huelen a cereza y los de novia a azahar, porque son cómodos y porque tienen alma”.

Su oficina, como era su familia, es un matriarcado. Presidenta de AMMDE, la Asociación de Mujeres Madrileñas Directivas y Empresarias, protege y potencia el talento femenino porque “entiende muy bien la filosofía de la magia”. Ella sabe que por ser mujer se encuentran cortapisas, afirma que las mujeres están más relacionadas con los servicios pero no tanto con la gestión y la organización de la empresa. Sin embargo, para Sara Navarro “la empresa es todo uno, como en la vida, todo está conectado, si no es así no funcionará”. Ella es “una diseñadora-emprendedora” que disfruta “con la creación, con plasmar una idea en un producto, con la estrategia empresarial, con la comunicación… tener un sueño y llevarlo a cabo, eso es una empresa”.

Sara Navarro admira a las aventureras de los años 20, a todas esas mujeres que buscan un reto y no tienen miedo a cumplir su misión. “En la vida es difícil comprender tu misión, pero si la identificas eres muy afortunada porque ese camino será fructífero”. Su misión es que su firma sea sinónimo internacional de diseño español de lujo, “que mis tacones conquisten la alfombra roja de Hollywood, que cuando se esté ante unos zapatos de Sara Navarro se abran los ojos como platos y  se diga ¡wow!”.