Unax Ugalde: «Ser inquieto y curioso te lleva adonde quieras»

Le gustan los cuestionarios, así que con Unax Ugalde he ido “a favor de obra”. En una ocasión tuvo que trabajar vestido de bola de chocolate y tiene el mérito de no aborrecerlo. Es más, nunca falta en su nevera. Desde que es padre ha cambiado su “carpe diem”. Todo gira en torno a los pequeños y está feliz con la aventura que le ha tocado vivir. Es Alejandro, el hermano de Maribel Verdú en “Ana Tramel. El juego”. Para ella pide todos los premios posibles “porque ha hecho una interpretación magistral, solo a la altura de las grandes actrices”.

The Luxonomist: ¿Qué te da la interpretación que no encuentras en otra actividad de la vida?
Unax Ugalde: La interpretación ha dado sentido a mi vida, es mi fuente de alimentación creativa y económica, y espero que así siga.

TL: Lo tuyo eran las Ciencias del Mar… ¿te has arrepentido alguna vez de haber seguido por otro camino?
Unax Ugalde: Uno siempre piensa: «Qué habría sido de mi vida si no hubiera hecho aquel casting hace 24 años». A veces pienso que quizás hubiera vivido una vida menos vertiginosa y más estable.

TL: De no ser actor, ¿habría otra opción?
Unax Ugalde: Creo que hubiera encajado en muchas facetas, me considero una persona inquieta y curiosa, eso te lleva adonde quieras.

TL: ¿Cómo aceptaron en casa que el chico quisiera ser artista?
Unax Ugalde: Me apoyaron desde el principio, tengo la suerte de tener una familia muy comprensiva.

“Tengo mucha gente a la que agradecer lo que hoy soy”

TL: ¿Por qué es imprescindible ver “Ana Tramel. El juego”?
UU: Creo que es una de las series más interesantes del año y mi hermanita Maribel Verdú debería arrasar con los premios de interpretación. Hace un trabajo magistral solo a la altura de las grandes actrices.

TL: ¿Es fácil empatizar con Alejandro, tu personaje?
UU: El objetivo principal del actor que interpreta a Alejandro era conquistar en un solo capítulo al espectador. El personaje tiene mucha importancia en el resto de capítulos y acompaña al espectador en su imaginario.

TL: ¿La peor situación que has vivido en un rodaje?
UU: Tengo un carro de anécdotas, pero una me acaba de venir a la mente. Hace 10 años rodaba una escena en Tapalpa (Jalisco), una jauría humana me arrastraba por todo el pueblo y después me colgaban de la horca en la plaza del pueblo. La escena duraba casi 6 minutos y entre ensayos y rodaje estuvimos una noche entera. La figuración era la gente del pueblo que se había apuntado por curiosidad y nadie tenía muy claro hasta dónde llegaba la ficción y dónde empezaba la realidad… Algún día contaré el resto… Todavía me duele en cuerpo de aquel día…

«Tengo mucha facilidad para la emoción”

TL: ¿Lo mejor que se te da hacer?
UU: La comedia romántica y el drama han sido mis fuertes, tengo mucha facilidad para la emoción.

TL: ¿Quién ha marcado realmente tu vida?
UU: Muchos compañeros han sido vitales en mi camino. Tengo mucha gente a la que agradecer lo que hoy soy.

TL: ¿Qué te pone de buen humor?
UU: Hoy en día mi motor es levantar a mis dos hijos y sus sonrisas.

TL: Esa canción con la que, cuando la escuchas, se te mueven los pies sin remisión.
UU: Mi cuerpo se electrifica con LCD Soundsystem.

TL: ¿En qué eras brillante en el colegio?
UU: Nunca fui un estudiante modélico, pero jamás participé en ningún bullying; creo que eso muestra cierta brillantez.

TL: Esa obra de arte que te gustaría tener expuesta en casa.
UU: No me importaría tener un muro con una obra original de Banksy en nuestro patio…

“Nunca fui un estudiante modélico, pero jamás participé en un bullying”

TL: ¿Un talento que se te resiste por mucho que lo intentes?
UU: La economía nunca ha sido mi fuerte.

TL: ¿Eres de una mentira piadosa a tiempo?
UU: Soy bastante diplomático.

TL: ¿Cuál es la compañía perfecta para irte de fiesta?
UU: Mis amigos de Vitoria siempre son el plan perfecto. Aunque ahora sean fiestas infantiles, seguimos siendo unos disfrutones.

TL: ¿Esa palabra que nunca regateas y más usas?
UU: Los nombres de mis hijos es lo que más uso al día y con tonos muy variados.

TL: ¿Qué ves cuando te miras al espejo?
UU: Veo más vidas que las de un gato, el paso y el peso del tiempo ahí están.

TL: ¿Ese bien que más valoras?
UU: La estabilidad emocional y el calor familiar.

«Cada día me dan más pereza las redes sociales»

TL: ¿Qué llevas siempre en los bolsillos?
UU: Bolsitas de caca para mis galgos y el móvil medio descargado de batería.

TL: ¿La enseñanza que nos deja vivir en pareja?
UU: Llega un momento en la vida en que el Carpe Diem lo interpretas de otra manera. Ahora estamos construyendo una familia. El camino es duro, pero nos hace muy felices y nos ayudamos en cada paso. Tengo la suerte de tener una gran compañera de viaje.

TL: ¿Tu mayor decepción?
UU: La vida te las da para seguir creciendo y aprendiendo.

TL: Después de trabajar vestido de bola de chocolate, ¿acabaste aborreciéndolo o te ayuda a subir el ánimo?
UU: El chocolate nunca falta en nuestra nevera, es imposible aborrecerlo.

TL: ¿A quién sigues con interés en las redes sociales?
UU: Con interés a nadie, cada día me dan más pereza.

«Cuando viajas se te quitan muchas tonterías»

TL: ¿Qué aberración es peor: la pizza con piña o la tortilla de patatas sin cebolla?
UU: Me gustan las opciones que planteas, cuando viajas te quitas muchas tonterías.

TL: ¿Hay alguna situación en la vida en la que, por algo, te pones pesado?
UU: Soy un obseso de la seguridad, a mi cuñada la tengo loca con la llave del gas.

TL: Una película en la que te gustaría quedarte a vivir.
UU: Me hubiera gustado entrar en la cueva de los piratas acompañando a Los Goonies. Tampoco me hubiera importado estar de fiesta en Endor con los Ewoks de StarWars.

TL: Esa experiencia gastronómica inolvidable.
UU: Cualquiera que me proponga mi amigo y chef Iñaki Rodaballo. Y tengo pendiente visitar a mi paisano Diego Guerrero, le admiro mucho.

TL: ¿Es cierto que te gustan los cuestionarios?
UU: Me encantan y por eso he tardado dos semanas en hacerlo, me daba pena acabarlo.

TL: La pregunta que no te he hecho y te habría gustado responder.
UU: ¿Crees que nuestra sociedad apoya la igualdad de oportunidades y derechos? Me gustaría educar a mis hijos en la cultura del esfuerzo y la meritocracia con más convencimiento, pero vivimos en el país de los amiguetes y enchufados, así que difícilmente les podré rebatir muchas cosas.