Sale a la luz el motivo por el que Angelina Jolie vendió parte del viñedo que tenía con Brad Pitt

El divorcio de Brad Pitt y Angelina Jolie estuvo repleto de momentos tensos. Uno de ellos está judicializado, a la espera de una sentencia que dé la razón a uno de los dos. Tiene que ver con la venta de la participación que Angelina Jolie tenía en el viñedo francés Miraval junto a su ex-marido. En los documentos presentados al juzgado por los abogados de Pitt el actor asegura que se enteró de la venta por la prensa y que Jolie actuó por venganza.

El famoso Chateau Miraval

La pareja se separó en 2016, pero aún mantienen abiertos varios pleitos judiciales sobre sus activos comunes. El más relevante es el que afecta a Chateau Miraval, un palacete de 35 habitaciones y un viñedo que adquirieron conjuntamente por 60 millones de dólares en 2011.

El viñedo fue el escenario de la boda de Pitt y Jolie tres años después y el retiro vacacional al que acudían junto a sus hijos. Al regreso de uno de aquellos viajes se produjo la supuesta pelea que desencadenó la separación de la pareja.

Angelina Jolie y Brad Pitt pactaron no vender el viñedo sin permiso

Tras la compra del viñedo, en el que se encuentra además uno de los mejores estudios de música del planeta, la pareja se comprometió a no vender jamás su parte sin el permiso del otro. Acuerdo vinculante que la actriz no respetó, según su ex-marido. El actor no oculta su inquietud al descubrir que el comprador de la participación de Angelina Jolie era un oligarca ruso.

«Como se demostrará en el juicio, las acciones de Jolie fueron ilegales, dañaron grave e intencionalmente a Pitt y con ellas se enriqueció injustamente», aseguran los abogados de Brad Pitt en los documentos presentados ante un juzgado de Los Ángeles.

Una venta ilegal y una mala reputación

En su argumento judicial, el actor señala además que al vender su participación al oligarca ruso Yuri Shefler, la actriz ha dañado la reputación de sus vinos ya que las sanciones impuestas a Rusia tras la invasión de Ucrania afectan a este negocio.

La actriz se defiende ante el juzgado alegando que su ex-marido la presionó para vender su participación en unos términos poco razonables. También asegura que el actor dilapidó buena parte de los activos de la bodega en una costosa reforma con elementos innecesarios, como una piscina o una escalera interior que hubo que reconstruir cuatro veces.