Aunque ahora ha hecho del tupé su seña de identidad, hubo un tiempo en el que a David Beckham le gustaba experimentar con su pelo. Durante su etapa como futbolista le pudimos ver rapado, con cresta, coleta, con mechas, trenzas, y hasta con una media melena, con diadema incluida. Numerosos cambios de look que le llevaron a ser uno de los deportistas más sexys, pero de los que ahora, a sus 48 años, se arrepiente.
En una reciente entrevista con el diario The Sun, David Beckham ha confesado que se arrepiente de uno de sus looks más recordados, las trenzas que lució en el verano de 2003. El futbolista revela que fue uno de los peinados más «dolorosos» que ha llevado y que todo fue culpa de Victoria Beckham.
«La gente me ha preguntado si me arrepiento de algunos de mis peinados. El único del que me arrepiento son las trenzas», cuenta a The Sun. «Estábamos en el sur de Francia con la familia y le pregunté a la amiga de Victoria, que era peluquera, si podría hacer algo con mi pelo y me dijo: ‘¿Quieres trenzas?’ Dije que sí, aunque no sabía lo que eran. El proceso de hacérmelas fue doloroso, pero me gustaron».
El resultado del peinado lo conocemos todos, pues tras aparecer con su nuevo look copó las portadas de miles de revistas. Aunque en un principio, asegura, estaba encantado con su peinado, tras su viaje a Sudáfrica junto a la selección inglesa todo cambió.
Y es que en ese viaje, David Beckham conoció en persona a Nelson Mandela y, enseguida, se arrepintió de haberse hecho las trenzas, pues se dio cuenta de que estaba junto a uno de los hombres más importantes del mundo, «con unas ridículas trenzas».
«Me las puse un sábado y el lunes volé a Sudáfrica con la selección para un partido. Conocí al gran Nelson Mandela. Y la imagen que tengo con él es mía sosteniendo su mano con trenzas en mi cabello. Ese es el único arrepentimiento que tengo», afirma.
A pesar de que a David Beckham no le gustaron las trenzas, a su hijo Romeo parece que sí. Y es que en 2019 éste subía a redes sociales una foto suya luciendo el mismo peinado que su padre en 2003. E incluso se atrevía a compararse con su padre y pedir a sus seguidores que votasen a quién le quedaba mejor, si a él o a David Beckham.
Las votaciones concluyeron que el joven lucía las trenzas mejor que su padre, un resultado con el que, seguramente, David Beckham estaba muy de acuerdo.
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