Foto: @ekshriver Instagarm.
Lo vintage está de moda. Lo demostró recientemente Beatriz de York el día de su boda, casándose con un vestido de su abuela, la reina Isabel II. Ahora lo reafirma Eunice Kennedy Shriver haciendo lo propio el día de su casamiento. La sobrina-nieta de John Fidgerald Kennedy se casaba el pasado mes de octubre con su prometido, Michael (Mikey) Serafin García, presidente y director ejecutivo de un concesionario de coches. Lo hacía en una ceremonia íntima en la iglesia de San Patricio de Miami y luciendo el espectacular vestido firmado por Dior que su abuela, la filántropa Eunice Kennedy, llevó el día de su boda en 1953.
Al igual que hiciera la nieta de Isabel II, Eunice Kennedy Shriver decidió rescatar el espectacular vestido de novia de su abuela 67 años después y hacerle algunos arreglos para adaptarlo a su figura. Entre otras cosas, hubo que coser los numerosos rotos que había acumulado con el paso del tiempo.
El resultado fue espectacular. El vestido palabra de honor con escote en forma de corazón y una llamativa y voluminosa falda, acabada en gasa y decorada con jaretas bordadas le quedaba perfecto. Un elegante y romántico diseño que, a pesar de las décadas que lleva guardado en el armario, podríamos encontrar perfectamente en cualquier tienda de novia.
La firma de moda nupcial Ever After fue la encargada de restaurar el vestido. Entre otras cosas, le añadió un corpiño sin tirantes personalizado que combinaba con la falda del diseño original. Y es que el vestido de Dior que lució la abuela de Eunice era de tirantes y escote barco, un estilo más recatado y acorde con la época.
Uno de los detalles más especiales del vestido de novia era su color. Con el paso de los años el blanco impoluto que lució Eunice Kennedy en 1953 se ha ido envejeciendo hasta convertirse en un tono marfil vainilla francés. Un color que se puede apreciar con claridad en los detalles del encaje de la falda. Por ello, la casa nupcial decidió crear un velo con el mismo tono marfil y sin bordes, que combinara con el color envejecido del diseño.
Tras la ceremonia, el matrimonio y los invitados se trasladaron al restaurante The Surf Club del chef Thomas Keller, para celebrar el convite. Allí la novia decidió apostar por la comodidad y siguiendo el ejemplo de la influencer Chiara Ferragni, se deshizo de la falda del vestido original de su abuela y la cambió por una minifalda diseñada por Ever After a imagen y semejanza del corpiño del vestido y unas deportivas blancas.
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