La victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos lleva implícita la vuelta de su esposa, Melania Trump, a la que fue su casa durante cuatro años. Más allá de su labor como Primera Dama, que muchos cuestionaron profundamente en su momento, con ella volverá a la Casa Blanca un enorme arsenal de moda de primer nivel. Marcas, fotógrafos y medios saben del potencial de la esposa del candidato republicano y su exposición pública en los próximos años se multiplicará exponencialmente.
No en vano Melania trabajó como modelo profesional antes de convertirse en esposa de Donald Trump. Nacida en 1970 en Eslovenia, Melanija Knavs (su nombre de bautismo) comenzó su carrera como modelo a los 16 años. Dos años después llegaría a Milán para firmar su primer contrato profesional.
Conocida en el mundo de la moda como Melania Knauss, su imagen se hizo muy popular en anuncios, revistas y en las pasarelas más exclusivas del planeta. Portadas en Vogue, Harper’s Bazaar, Sports Illustrated o Vanity Fair le dieron una enorme popularidad entre las top-model del momento. En 1996 decidió afincarse en Nueva York para dar el espaldarazo definitivo a su carrera y allí conoció a Donald Trump.
Fue concretamente en 1998, durante una fiesta en el Kit Kat Club de Nueva York, durante la Semana de la Moda. Trump no fue solo, pero quedó tan impresionado al ver a Melania que se olvidó de su pareja.
Cuentan que la modelo no le dio su teléfono. Al contrario, pidió el del empresario y así ella le contactó cuando quiso. La relación tuvo ciertos altibajos, pero al final se comprometieron en 2004 y se casaron el 22 de enero de 2005 en Mar-a-Lago, la lujosa residencia de los Trump en Florida.
Para no remontarnos tan lejos, Melania Trump hizo gala en su primera etapa en la Casa Blanca de un despliegue de moda de lujo sin precedentes. Las casas estadounidenses y europeas de moda de lujo entraron de lleno en los salones y estancias de la residencia oficial gracias a ella. Y por supuesto, también estuvieron muy presentes en los viajes oficiales de la pareja durante su mandato.
Entre sus looks más recordados se encuentra el de la inauguración presidencial de 2017. Para la ocasión, Melania Trump eligió un conjunto azul pálido de Ralph Lauren inspirado en el estilo de Jackie Kennedy que cambió para el baile inaugural por un Hervé Pierre de lo más elegante. El diseñador francés independiente trabajó en estrecha colaboración con ella para crear un vestido que se volvió icónico.
Por supuesto, la ex-modelo tiene muy presente su paso por Italia y se rinde habitualmente a las propuestas de Dolce & Gabbana. Le apasionan sus vestidos y trajes sofisticados como el negro de 51.500 dólares que lució en su visita oficial al país. A este respecto, seguro que la pareja visitará a Giorgia Meloni próximamente.
En el vestidor de Melania Trump también hay diseños y complementos de Christian Dior, Michael Kors (una de sus marcas habituales), así como los accesorios, abrigos y vestidos de Gucci y Chanel. Otras marcas de lujo como Manolo Blahnik, Louboutin (sobre todo los zapatos) y Valentino, forman parte de su universo estilístico para crear los looks sofisticados que la caracterizan.
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