La ex-princesa Mako regresa casada a Nueva York tras renunciar a sus cargos

La ex-princesa Mako ha regresado a Nueva York junto a su esposo Kei Komuro, unas semanas después de casarse en Japón y renunciar a todos sus cargos y títulos. La sobrina del emperador Naruhito, hija del heredero Akishino, abandonaba su país natal con rumbo a Estados Unidos tras casarse con su prometido y aguantar tres años de ataques personales. En gran medida porque su amado no pertenecía a la alta sociedad y porque se vio involucrado en un escándalo económico.

Nada de todo ello ha pasado factura en el plan de vida que ambos habían trazado juntos y que comenzó cuando Mako Komuro comenzó sus estudios universitarios. En las aulas conoció a su actual pareja y juntos emprenden lejos de su país un proyecto ajenos a la realeza y sus ataduras protocolarias.

Mako Komuro se casó a finales de octubre con Kei Komuro y renunció a sus títulos

La pareja se casó en el registro civil en una ceremonia austera. Posteriormente leyeron ante la prensa un breve comunicado en el que dejaron claras sus intenciones: «Nuestro matrimonio es un paso necesario para que podamos proteger nuestros corazones». La pareja tenía pensado casarse hace tres años, pero se desató un escándalo financiero que involucraba a la madre del novio. Por todo el país se difundió la idea de que Kei Komuro se casaba con Mako por dinero.

Ambos vivirán en Nueva York, donde la ex-princesa trabaja en un conocido bufete de abogados. Decidió trasladarse allí para concluir sus estudios y alejarse del ruido mediático causado con el anuncio de su boda y posterior suspensión. Tal y como ha revelado la propia casa real japonesa, los rumores y ataques causaron en la joven un trastorno de estrés postraumático. «Amo a Mako. Solo tenemos una vida y quiero que la pasemos con quien amamos», sentenciaba el joven en su discurso ante la prensa.