Fincas únicas, vinos singulares

Una clara y explícita definición de lo que es 'Grandes Pagos de España', una asociación de bodegueros que quiere ensalzar una filosofía de hacer el vino en la que el terroir es el protagonista.

Antes de adentrarnos en el magnífico mundo de los Grandes Pagos de España debemos hacer un breve recorrido didáctico. ¿Qué es un Pago? Se llama Pago a un viñedo cuyas características lo diferencian de los viñedos circundantes en la zona. Estas diferencias pueden deberse a factores como una estructura de suelo peculiar, una orientación específica, un clon de cepas diferentes… El resultado de estas peculiaridades confiere a estos viñedos singulares una calidad de fruto excepcional.

Grandes Pagos de España (GPE) es una asociación de fincas vitícolas de toda España que defienden y propagan la cultura del vino de Pago, producido en un terruño específico y que refleja la personalidad inconfundible de su suelo, su subsuelo y su clima. Un concepto ancestral del vino de calidad, pero sólo recientemente renacido en nuestro país.

Imagen actual de Belondrade, una de las bodegas adscritas a Grandes Pagos de España

Históricamente, las mejores viñas han tenido una gran importancia en el vino español: ahí está la centenaria valoración de los mejores pagos de Jerez. Pero, desde el siglo XIX, con las que llamaron bodegas industriales, nuestro vino fue por otros derroteros: grandes empresas, producciones muy altas de vinos hechos con uvas (a menudo compradas) de varias procedencias.

Desde el año 2000, un grupo de productores de vinos de pago, es decir, elaborados con sus propias uvas, de un único viñedo, de las dos Castillas se reunieron para reivindicar la personalidad única que define a los vinos de los mejores pagos y extender su cultura, apenas renacida, por España, fundando Grandes Pagos de Castilla. Esta asociación sin ánimo de lucro se transformó en 2003 en Grandes Pagos de España para responder al interés de muchos colegas de otras zonas en dar a conocer y promover este otro concepto de calidad.

Alonso del Yerro, hace el Maria, un vino de GPE

No debemos confundir los vinos de GPE con vinos de pago. Estos últimos están amparados y regulados con unos criterios muy estrictos. De la misma manera, tampoco podemos de decir que un vino que se llame “pago de… lo que sea” sea un vino de pago. Esto se debe a que el nombre ya estaba patentado y comercializado antes de publicarse la Ley que lo regula.

Y aún después de explicar este lío de nombres, puede haber coincidencias entre los tres tipos de nombre “pago”. De hecho, algunos de los vinos de las 30 bodegas que están dentro de GPE también son vinos de pago, y otros no. Qué complicado, ¿verdad?

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