Ahora que el calor empieza a apretar es inevitable pensar en comidas más frescas. Los helados se abren paso tímidamente en las neveras de los establecimientos y se perfilan, un año más, como los reyes indiscutibles del verano. De palo o de cucurucho, de sabores tradicionales u originales, con gluten o sin él… a estos dulces «de toda la vida» les han salido unos duros competidores. Se trata de otros traídos directamente del lejano Oriente y que reproducen los sabores y recetas más llamativas de Japón. Sí, hoy queremos hablar de los helados japoneses, pequeñas delicias heladas con texturas y matices sorprendentes que cada vez son más fáciles de encontrar en nuestro país.
Comenzaremos por el llamado Kakigori, un postre elaborado con hielo con una textura verdaderamente llamativa. Y es que una máquina de cuchillas lo convierte en hebras que emulan a la nieve y que permite añadirle todo tipo de siropes. Digamos que es similar a un granizado pero su consistencia es más fina y especial. En Japón se conocen también como ‘mizore’ o ‘aguanieve’ precisamente por esto.
Estos helados japoneses se pueden encontrar en Madrid en un local llamado Sufu Café. Situado en el Barrio de las Cortes y especializado en repostería asiática, también ofrece la famosa tarta de queso soufllé típica del país. Su lema es «Más simple, menos azúcar» y entre sus sabores no faltan algunos típicos de Japón como el miso.
En segundo lugar vamos a recordar a los Taiyaki, de los que hablamos el año pasado. En realidad el taiyaki es un pastel japonés con forma de pez generalmente relleno de pastas o cremas dulces. En su país de origen se elaboran usando rebozado de tortitas o pasta de gofre, lo que los hace suficientemente consistentes actuar como «envase». l
Los taiyaki más famosos de nuestro país son también los más Instagrameables. Son los que ofrecen en La Pecera, con locales en Malasaña y Sol, que los rellena de helados soft de vainilla, chocolate, salted caramel o yogur griego y permite personalizarlos con toppings y salsas al gusto.
Y en una lista sobre helados japoneses no podían faltar los más conocidos y delicados. Hablamos obviamente de los mochis, cuya popularidad ha crecido tanto en los últimos años que es fácil encontrarlos en las neveras de algunos supermercados. Se trata de un postre con forma de bolita elaborado con una masa blanda de arroz glutinosa, muy sedosa, que se moldea y se rellena al gusto. Su elaboración es costosa, y aunque se consume en cualquier época del año, es un alimento fundamental para celebrar el Año Nuevo japonés.
El mochi es un postre muy versátil que puede tomarse de muchas maneras. La más común en España y casi en todo el mundo es la rellena de helado. Son especialmente populares los de frutas exóticas como el coco, el mango; frutas tradicionales como la fresa o el limón; o sabores más extraños para nosotros como sakura (cereza) o anko (pasta dulce de judías rojas).
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