Foto: Sinestesia
En los tiempos que corren es muy difícil sorprender al consumidor. Sobre todo al consumidor de lujo. Sin embargo, es una buena noticia descubrir lugares en los que el efecto wow! está asegurado. El más novedoso se llama Sinestesia y es un restaurante especial que propone un viaje sensorial a prueba de expectativas.
A partir del hilo conductor «¿A qué saben los colores?» el chef Kiko Moya invita a meterse de lleno en un universo multicolor creado para disfrutar con los cinco sentidos.
Todo sucede en una sala diáfana llena de pantallas y en torno a una gran mesa para 16 comensales.
Allí, lo mismo que los olores nos evocan lugares, sensaciones o personas; cada color va desvelando (con proyecciones, locuciones y música) sus secretos y su identidad.
En total son siete universos complejos y llamativos que se ven, se oyen, se beben, se comen y hasta se pueden tocar.
Es difícil explicar bien lo que sucede en Sinestesia sin desvelar demasiado. Porque parte del encanto de la experiencia es acudir a ciegas, con los sentidos lo más receptivos posible para dejarse sorprender.
Y es que el gusto, el olfato, la vista, el oído y el tacto participan activamente de este particular viaje en el que la gastronomía es, cómo no, una arista importante de este poliédrico cuadro de colores.
El desierto, la sabana al atardecer, un bosque encantado o el fondo del mar son solo algunos de los siete escenarios o mundos donde sucede la magia.
Esa que orquesta el chef (con dos estrellas Michelin y 3 Soles Repsol con L’Escaleta) con su gastronomía de altura y que acompaña de una forma sutil, perfecta y acompasada, todo su equipo.
En este sentido, el maestro de ceremonias -Nicolás- y la jefa de sala -Carmen-, son los encargados de aliñar de la mejor manera una puesta en escena de fantasía. Proyecciones, música, curiosidades y mucho color redondean unos platos originales, sabrosos y muy vistosos.
El restaurante se encuentra en el Centro Comercial Caleido, junto a la zona de las Cuatro Torres de Madrid. Inaugurado el pasado 21 de diciembre, promete ser un must para quienes buscan mucho más que un cocina de altura.
Su menú, de un precio único de 270 € con maridaje o 190€ con agua y agua con gas, juega con las percepciones que cada color tiene en el mundo y genera en nosotros mismos. Un planteamiento que a buen seguro irá evolucionando. Sobre todo para seguir sorprendiendo al comensal y para explotar las miles de posibilidades que rodean a este festín de sensaciones.
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