Imagina que te levantas un buen día y estás en Portugal, el país vecino que nos ha roto el corazón en varias ocasiones. En esas en las que los recuerdos siempre son amables compañeros y la vuelta siempre es una opción deseada. Bien, imagina ahora que te dejas aconsejar y buscas un hogar a la altura de tus necesidades. Pues estás de suerte, hoy te presentamos cuatro viviendas portuguesas con encanto en las que, sin duda, te gustaría despertar.
Nos acercamos primero a São Pedro do Estoril, un suburbio de la ciudad cerca de la playa. Allí, los profesionales de ARX Portugal Arquitectos terminaron una vivienda en 2019, de 491 metros cuadrados, gestado para los progenitores y sus dos hijas. Un espacio singular donde disfrutar de un ambiente privilegiado en un edificio familiar y cuya silueta recuerda a dos casetas de playa, gemelas y refrescantes.
Por lo tanto, se trata más de un refugio playero que de una casa tradicional. La casa se alza con dos plantas sobre rasante y una bajo rasante como garaje para tres vehículos. Circundado la vivienda hay un jardín que realza los parámetros del edificio y crea un espacio de disfrute excepcional.
La planta baja alberga las zonas de día y la suite principal de los padres, con contacto directo con el jardín. Por supuesto, la vivienda posee piscina, que se usará solo cuando se cansen de estar en la playa. La planta alta posee los dormitorios de las hijas y una sala multiusos familiar.
La estructura está construida con hormigón armado, con losas de hormigón gris y paredes y techo del mismo material pigmentado en rojo. Este tiene un acabado que imita a la madera gracias a la colocación de encofrados de tablas y que, al retirarlo, se queda la huella de madera, con un acabado espectacular.
Otra de las viviendas con encanto que nos atraen de Portugal está en Campo de Ourique. Allí, el estudio de arquitectura de Ivo Tavares realizó en el cercano 2022 una intervención en un antiguo edificio en muy mal estado. Éste servía de comercio y se cambió de uso para el disfrute de los nuevos propietarios. De hecho, el edificio de 178 metros cuadrados alberga ahora dos residencias y zonas comunes. La intervención rescató las partes más icónicas del inmueble y reconvirtió el resto de espacios.
La fachada es una delicia, con arcos de hierro fundido y azulejos originales de gran valor estético e histórico. Si miras la fachada podrás pensar que no tiene garaje, pero aquí los arquitectos han usado la magia. Han diseñado una puerta que parecen dos puertas antiguas pero que, al ritmo de un mando, se abren de par en par. Todo para permitir el paso de los vehículos a un garaje abierto en su parte trasera y que la imagen de fachada histórica no se pierda.
En planta baja se encuentran las áreas comunes, sala de estar y comedor incluidos, con una enorme cocina con mármol blanco y puertas acristaladas de marcos negros. En la planta alta, las salas de estar de los usuarios, con acceso a una coqueta cubierta que permite disfrutar del entorno.
Además, la vivienda posee un hermoso jardín, que hace las delicias de propietarios y amistades. Así que sí, estaría muy bien despertar en esta vivienda.
Nos metemos en Lisboa, donde disfrutaremos de una residencia familiar de lujo, con piscina en un espacio singular, rodeada de paredes curvas de tonos blancos (para que la luz se funda con el espacio circundante) y zonas verdes en un patio interior muy bien acondicionado. La residencia posee 285 metros cuadrados construidos y fue obra de Bruno Camara Arquitectos en 2019.
La vivienda se ubica en una zona repleta de bulevares de álamos blancos y negros, y posee vistas hacia el Vale do Silêncio (o sea, que de tranquilidad no se podrán quejar). El domicilio es producto, también, de una reforma y ampliación de un edificio de 1945. Los diseñadores crearon un plano curvo hacia atrás dejando la fachada original, restaurándola.
La casa se distribuye en dos plantas, y posee ahora, más luminosidad gracias a la ejecución de grandes carpinterías. La dualidad de la construcción queda patente con sus dos lados. La fachada que conserva el aire tradicional y la trasera con fachada curva, piscina y aires modernos. Imagina vivir en un espacio dual y confortable.
Terminamos este mini recorrido por estas viviendas con encanto en Portugal con una propuesta abierta. Una vivienda diseñada por Empty Space Architecture que posee 160 metros cuadrados construidos distribuidos en dos plantas. Los espacios han sido reordenados para el disfrute del jardín y de la luz que pueda llegar al hogar. Para ello se reestructuró la vivienda alejando la segunda planta del frontal de la fachada.
Desde la puerta de acceso, la vivienda se alza en dos alturas. La planta baja se distribuye en dos tramos, uno bajo la cota de rasante, con áreas comunes, hall de acceso, salón comedor, cocina, dos dormitorios y un baño (echo de menos un aseo aquí). Y en la primera planta se ubica la suite principal, con vestidor y baño. A la vivienda la han llamado Kitkat y a mí me parece un nombre muy acertado.
Dos elementos son indispensables para entender la residencia. El primero la escalera que enmarca una estantería peculiar y divide los espacios de acceso de forma muy culta y ordenada. Y la otra es la conexión con el jardín, con grandes carpinterías incluso en el pasillo o corredor, que da, también, a un patio interior. Sin duda, cualquiera de estas cuatro viviendas sitas en Portugal posee un encanto que podríamos denominar como… ¿verde?
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