Conoce los diez puentes peatonales más modernos y espectaculares del mundo
A lo largo y ancho del Orbe se promueven actuaciones vinculadas al bienestar humano, como los modernos puentes peatonales: prácticos, estéticos, divertidos e increíbles.
La forma en la que concebimos el mundo ha ido modificándose a lo largo de la historia. Si hoy nos parecen que los cambios son más rápidos, se debe a dos sencillas razones: el mundo está más conectado que nunca, lo que fomenta la creatividad y el intercambio cultural, y los avances tecnológicos han crecido exponencialmente, aumentando nuestras expectativas de vida y bienestar.
Ese bienestar empieza por el fomento de la vida sana, del movimiento no vehicular, es decir, del propio. Así que fomentar la utilización de nuestro principal medio de transporte, las piernas, es una buena noticia a lo largo y ancho del mundo. Hoy os mostramos los puentes peatonales más increíbles que ha construido el ser humano en este siglo o, al menos, los que nos gustan.
Singapur, una ciudad con puentes peatonales espectaculares
Empezamos por Singapur, donde han ejecutado un puente peatonal y para bicicletas muy singular. Su forma recuerda a una serpiente que atraviesa las cordilleras por encima de la ciudad, creando unas espectaculares vistas en el proceso. El puente peatonal Henderson Wave tiene una longitud de 274 metros, y su principal adorno son 7 curvas que se distribuyen alternativamente por encima y por debajo de su plataforma, pero lo mejor es que está totalmente cubierto de madera, generando un espacio acogedor y fantástico.
También en Singapur se encuentra el Helix Bridge, un fantástico puente peatonal que nos lleva al hasta el espectacular hotel Marina Bay Sands, y cuya forma de doble hélice imita al ADN. Tiene una longitud de 280 metros, y para su construcción se utilizaron 650 toneladas de acero inoxidable, para las espirales y los pilares que sostienen el puente. Lo mejor: verlo de noche, cuando se ilumina con luces led´s.
Portugal posee el puente peatonal más largo del mundo
Y, hablando de hélices, nos vamos hasta China. Allí encontramos una obra de ingeniería capaz de rotular una mueca en tu rostro sin que te des cuenta. Hablamos del puente Ruyi, en Taizhou, con una longitud de 100 metros, 140 metros de alto, y unas vistas de vértigo. El la zona media el puente se divide en tres: dos partes que bajan y una que se eleva. Sin duda, cruzar este puente debe ser toda una experiencia.
Viajamos ahora a nuestra vecina Portugal, que posee el puente peatonal más largo del mundo con, nada más y nada menos, que 514 metros. Una auténtica pasada. Esta impresionante obra está en Arouca, y se construyó con reja metálica a unos 175 metros de altitud sobre el río Pava. Los orgullosos padres del diseño, Itecons, nos cuentan que necesitaron 16.000 metros de cable de acero para las catenarias, que produjeron la empresa Oliveira Sá. Por favor, este puente hay que disfrutarlo en primera persona.
En Londres hay un puente que se enrolla sobre sí mismo
No siempre la envergadura es lo más importante en los puentes peatonales, para muestra dos botones, y los dos en Londres. Por un lado, la pasarela de Merchant Square, un puente de tres metros de ancho en forma de abanico, elegante y práctico. Varios gatos hidráulicos levantan el voladizo, seccionado en cinco partes, cuando se acerca alguna embarcación, cuando se va, vuelven a su posición, formando una pequeña y clásica pasarela. La idea fue de Knight Architects.
Por el otro lado, en la misma ciudad encontramos otra fantástica creación de un artista popular en estas páginas, Thomas Heatherwick, quién vimos hace poco en Nueva York. El Rolling Bridge es un puente que une doce metros de distancia, capaz de liberar espacio cuando pasan las embarcaciones de una forma muy sencilla: enrollándose sobre sí mismo. Esta maravilla está en Paddington Basin, en Little Venice, y está compuesto por ocho secciones, con pavimento de madera oscura.
Madrid también posee puentes peatonales importantes
Al otro lado del Atlántico también saben construir modernos puentes peatonales, como por ejemplo, el Tec Bridge en Toronto. Se trata de un espectacular puente que cruza 35 metros, conectando el centro comercial Hudson’s Bay y el Toronto Eaton Centre (TEC). Sus creadores son Wilkinson Eyre Architects, de los que ya hemos hablado en alguna ocasión en estas páginas. El puente posee 300 metros cuadrados de vidrio laminado y 190 metros cuadrados de placas de bronce, dispuestos de forma que parece que vibre al compás de su entorno.
Al otro extremo del continente americano encontramos un puente peatonal verdaderamente espectacular. Está diseñado por el arquitecto e ingeniero español Santiago Calatrava, su nombre es Puente de la Mujer, y se ubica en la ciudad de Buenos Aires, Argentina. El puente posee 170 metros de longitud y seis de anchura. Se divide en tres tramos, dos fijos y uno móvil, que gira para permitir el paso de embarcaciones. La aguja de acero es de 39 metros de altura y está ejecutada con acero del País Vasco.
La última obra la encontramos en las Islas Canarias
En Madrid también se puede cruzar elegantes puentes, como el Puente Perrault o Puente Monumental de Arganzuela, diseñado por el francés Dominique Perrault. El puente posee dos tramos unidos en una colina artificial, atravesando el Manzanares en 150 metros de longitud por un lado, y pasando sobre el Parque de la Arganzuela por el otro con 128 metros. El espectacular diseño emplea el acero inoxidable para ejecutar unas estructuras helicoidales auto-portantes. Es una maravilla de la ingeniería.
Para terminar esta mini-lista, viajamos hasta las maravillosas Islas Canarias, en concreto, a una de sus capitales: Las Palmas de Gran Canaria. Allí se ha inaugurado este año la pasarela Onda Atlántica, un espectacular puente peatonal diseñado por el estudio Onda Arquitectura. Su planta aprovecha el máximo de espacio para cruzar suavemente la autovía principal de la ciudad, uniendo la idílica playa de Las Canteras con el productivo Puerto de Las Palmas. La forma de V de la pasarela maximiza la estabilidad estructural y protege del ruido del tráfico ¿Quién quiere ir a visitarla?