‘The best day of my life’, la voz LGTBI hecha documental

Fernando González Molina dirige este proyecto protagonizado por cuatro homosexuales y dos transexuales con mucho que contar.

Amalia Enríquez. 16/03/2018

Fernando González Molina tiene a sus espaldas una carrera brillante y reconocida. Le conocí en las entrevistas promocionales de ‘Palmeras en la nieve‘, pero ya tenía sobre sus espaldas éxitos en televisión y cine. Cuando uno alcanza un status de reconocimiento se puede permitir algunas licencias, salirse del camino de los éxitos sin paliativos y arriesgar con otras propuestas. Y una de ellas es la que nos ocupa en estos momentos. ‘The best day of my life‘, un documental que se estrenó ayer y que va a competir con películas de multinacionales en la taquilla. El reto está servido.

‘The best day of my life’ nace para conmemorar el World Pride como una gran fiesta de celebración y en ocasiones desenfreno, pero también para reflejar que el Orgullo es un recordatorio. Un recordatorio de numerosos eventos que han ido construyendo libertades desde la militancia y el activismo LGTBI, en muchas ocasiones con gran sufrimiento de sus artífices, perseguidos en muchos países del mundo y denostados, tristemente, en la mayoría.

Fernando González Molina competirá en las salas de cine con este bonito documental

Esta película quiere retratar de forma luminosa, cómo son las vidas de sus seis protagonistas y cómo sus esperanzas para un futuro mejor y más pleno se dirigen y confluyen en la ciudad de Madrid, en el verano de 2017, en el mejor día de sus vidas. Cuatro homosexuales y dos transexuales cuentan su vida cotidiana, sus luchas y sus temores; hablan de su familia y de sus amigos, de quiénes siguen en su vida y de quiénes se han quedado atrás al descubrir sus verdaderas identidades, de aquellos a los que nunca pudieron contárselo.

El séptimo protagonista es la ciudad de Madrid tal y como la perciben los protagonistas en su breve visita: como ciudad hermosa, amable y acogedora, divertida, respetuosa del otro y siempre plural.

‘The best day of my life’ es un documental fiel a los hechos, pero también lleno de sentimiento. Es posible gracias a la mirada sensible de Fernando González Molina, que ha volcado su emoción en el retrato de unos protagonistas con grandes historias y aún mayor humanidad.

La emoción de este largometraje se intensifica gracias a la música compuesta por el madrileño, estrella en el Hollywood de las estrellas, Lucas Vidal, uno de los valores más importantes del cine en la actualidad, pese a su juventud.

 

La cinta narra la experiencia personal de seis personas de España, Uganda, Rusia y Francia que en circunstancias difíciles se atreven a vivir lo que son con orgullo, alegría y compromiso. Todos se reúnen en Madrid para una celebración inolvidable.

La historia transcurre en Madrid

Abril, de 35 años, acaba de comenzar su viaje hacia un cuerpo que respeta lo que es su alma. Es una actriz y dramaturga que vive en Madrid y, aunque su familia y amigos son comprensivos, ella está a veces emocionada, a veces un poco impresionada y con cierto temor de revelar su nuevo yo.

Ruth es una activista lesbiana que vive en Uganda, uno de los países que más activamente castiga la homosexualidad, donde lucha junto a Kasha, una activista histórica. Ambas editan y distribuyen la revista Bombastic en Kampala para mostrar su apoyo a las personas homosexuales y también para informar al público en general.

Nick y Max viven en Nizhny Novgorod, una hermosa ciudad rusa bañada por el Volga, que recientemente se ha abierto a la visita de ciudadanos extranjeros. Viven juntos haciéndose pasar por primos y son activistas en un país donde las manifestaciones públicas de «conducta homosexual» son castigadas por la ley.

Fernando junto a uno de los protagonistas del documental

Geena vive en un pequeño pueblo en la costa sur de España. Su familia más cercana ya no habla con ella, ignoran su presencia cuando se cruzan. Geena, de 22 años, sabía desde su infancia que no era un niño. Ella es actriz y está preparada para comerse el mundo.

Timo es francés y compite en salto de trampolín. Es homosexual y sordo y comprende lo que es pertenecer a dos minorías; siendo diferente, pero superando todos los obstáculos para vivir una vida plena.

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