Foto: @mckaelataylor Unsplash.
Desde que aparecieron las redes sociales las hemos ido incorporando a nuestras vidas en un proceso de formación continua en el que nunca dejamos de aprender. Y en esto del aprendizaje, unos son más rápidos que otros, y los niños nos dan mil vueltas a los padres. Como nativos digitales han nacido con el dedo pegado a las pantallas e interactuando con imágenes dinámicas en formato audiovisual. Para los padres no siempre es fácil estar al día de lo que hacen o ven cuando están mirando el móvil o la tablet, pero al menos hay que intentarlo. Descubre cuáles son las redes sociales más populares entre los niños en los últimos tiempos.
Aunque tienen poco más de 10 años, las redes sociales intervienen poderosamente en nuestras vidas y ya son una fuente más de socialización de gran importancia, ya sea en el ámbito personal o en el profesional. Raro es aquel que no tiene uno o varios perfiles en las distintas redes sociales existentes. Sin embargo, para el caso de los niños hay que ser especialmente cuidadosos, y enseñarles desde el principio cómo manejarlas, qué información pueden facilitar, y cuáles son las normas para un uso seguro y sin riesgos para ellos.
Esta educación comienza por restringir su acceso en caso de ser menores de la edad hasta la edad recomendada por cada red social. La prohibición de un uso temprano no es caprichosa, sino que obedece a razones de seguridad. Hay que tener en cuenta que las redes sociales sirven, precisamente, para “tejer” relaciones entre personas, que pueden ser adultos, niños, conocidos o desconocidos. ¿Acaso dejaríamos que nuestro hijo se relacionara o mantuviera conversaciones íntimas con adultos desconocidos?
En este sentido, las relaciones nacidas en las redes sociales sociales favorecen una desinhibición en los usuarios gracias al anonimato y a la posibilidad de crearse falsas identidades o perfiles, que puede llevar a comportamientos ilícitos en los que los niños sean objetivo diana de un engaño o abuso. Asimismo, facilitan el intercambio de información sensible respecto a datos personales que podrían suponer una amenaza para el menor, en caso de que hubiera algún adulto malintencionado detrás. Por no hablar de la facilidad con la que se pueden intercambiar archivos multimedia y contenido fotográfico o audiovisual, sea propio o de terceras personas.
Nacido en China bajo el nombre de Musical.ly, se cambió de nombre después de comprarlo la tecnológica ByteDance. Inicialmente se concibió para aprovechar el gran tirón que tiene el karaoke entre los asiáticos. Sobre todo entre los jóvenes, que habitualmente “salen de karaoke” como forma de socializar, y tal y como aquí puedan ir a una discoteca light.
A partir de ahí, y siendo la idea realizar actuaciones, Tik Tok se ha ido transformando mucho. Y lo que en un principio fueran actuaciones musicales cantadas, ahora ha evolucionado hacia cualquier tipo de actuación. Así, permite crear historias de corta duración, 15 segundos, habitualmente a través de bailes, canciones o dramatizaciones teatrales.
Entre las ventajas es que es muy creativo al ofrecer amplias posibilidades de edición. Todo ello a través de filtros, repeticiones y diversos efectos que se aplican sobre fotos o vídeos previamente grabados, también a través de la propia App de Tik Tok.
Los padres de niños gamers seguramente hayan oído hablar de Twitch. Perteneciente a Amazon, Twich ofrece la plataforma más importante a nivel global de streaming o grabaciones en directo entorno al mundo gaming y de los videojuegos en general. Su evolución ha sido tal, que ha ido introduciendo otras temáticas como las del deporte y distintas áreas propias del estilo de vida más actual, como puedan ser la música. Como ellos mismos explican, “Twitch es el lugar donde millones de personas se juntan a diario en directo para chatear, interactuar y crear su propio entretenimiento”. Y es así, literalmente.
Al estar más enfocada al gaming es también una plataforma algo más disfrutada por los niños que por las niñas, siendo su público fundamentalmente masculino y, concretamente, de niños centenialls o de los nativos digitales de la conocida como Generación Z.
Este junio Twich cumple 10 años, y la compañía piensa celebrarlo con una actualización por todo lo alto de sus emoticonos. Desde fuera de esta red social, este hecho resulta tan llamativo como incomprensible, pero a nivel digital y de los usuarios equivale a una gran fiesta de fuegos artificiales al suponer la dotación de nuevos recursos con los que funcionar. Con estas novedades, en Twich pretenden facilitar la personalización y la expresión de sus usuarios. Toda una comunidad organizada a base de diferentes grupos de pertenencia y con un alto poder adictivo, al igual que otras redes sociales.
Uno de los principales peligros de Twich es su poder de enganche, a base de refuerzo social y de la idea de ganar dinero a través del desarrollo de las propias pasiones. La plataforma ofrece la posibilidad de conseguirlo creando una comunidad de seguidores, partners, afiliados y donaciones. Sin embargo, al igual que sucede en YouTube, sólo unos pocos ganan dinero.
A nivel social, Twich supone toda una organización colectiva estructurada en creadores de contenido, seguidores, partners y asociados, dentro de un complejo entramado que también utiliza el refuerzo social para enganchar. Ofrece, nada más y nada menos, que todo un hábitat para compartir el contenido más creativo, además de crear una comunidad y todo el apoyo vinculado a esta. Con el mensaje “Tráete tus pasiones y nosotros te ayudaremos a crear una comunidad en torno a ellas”, Twich está consiguiendo cifras tan extraordinarias como las siguientes:
A estas alturas de la película, Instagram necesita poca presentación, aunque es verdad que, al igual que las demás, se actualiza constantemente para mantenerse atractiva. A su formato inicial de postear fotografías de apariencia estética y casi profesional a través de filtros, se le ha ido sumando otras utilidades. Por ejemplo, la posibilidad de añadir stories, vídeos de corta duración que luego desaparecerán, así como de emitir en streaming a través de los populares reels de Instagram.
Al igual que sucede con Instagram, YouTube está tan establecida que poco nuevo se puede decir de ella, salvo recordar que continúa siendo la plataforma de vídeos posiblemente más exitosa entre los niños, y que viene a ser como la “Tele” infantil por excelencia.
La propia naturaleza de YouTube nos obliga a los padres a vigilar y a poner filtros parentales, o a optar por YouTube Kids, con el fin de que no llegue a ellos contenido inapropiado. Pero además, debemos tener en cuenta que, siendo fundamentalmente una plataforma de vídeos, también es una red social en la que se interactúa. Esto nos obliga, como en otras aplicaciones digitales, a trasladar a nuestros hijos un mensaje muy claro. Las redes sociales se establecen entre personas, y por esta misma razón siempre habremos de comportarnos con la ética, el respeto y la educación que entendemos como adecuado en la vida real. No todo vale en las redes sociales. El estar detrás de un ordenador no da carta blanca para hacer lo que uno quiere o para saltarse los valores morales existentes en las relaciones personales reales.
La aplicación Snapchat no es nada nueva, aunque sigue siendo bastante popular entre los niños, que la utilizan básicamente como canal de mensajería instantánea y en grupos grandes. Eso sí, fue la pionera en la generación de imágenes con fecha de caducidad. Permite mandar fotos con una cierta edición previa, y cuya caducidad decidiremos nosotros, aunque siempre durará un mínimo de 10 segundos a partir de que el otro reciba la imagen.
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