El sentido adiós a una mascota querida
Hoy despedimos a la pequeña Canela, una perrita que formó parte de nuestra familia y con la que aprendimos a viajar y a conocer mejor el universo de las mascotas.
No hay palabras para consolar a alguien que acaba de perder a un ser querido. La muerte es sin duda uno de los sentimientos más fuertes que existen, más dolorosos, y que incluye también a las mascotas. Porque no es descabellado sentir la marcha de un animal de compañía como si de un miembro de la familia se tratase. El vínculo que creamos con ellos es tan fuerte que perderlos es un trago difícil de digerir. El adiós a una mascota, tal y como explica la psicóloga Ana Villarrubia, «no es ninguna frivolidad».
Y es que con esos pequeños o grandes seres vivos elegimos algo tan íntimo como convivir. «Ellos no sólo nos acompañan en muchos de los momentos más relevantes de nuestra vida. La relación que con ellos establecemos es una genuina relación afectiva, plagada de emociones y sentimientos que van tejiendo un apego único», sentencia la experta.
El mundo de las mascotas a través de las vivencias de Canela
Hoy desde The Luxonomist despedimos a una perrita que también formó parte de nuestra familia, la pequeña Canela. Gracias a las vivencias con su dueño, Sebastián Puig Soler, descubrimos todo un universo relacionado con el lujo y las mascotas. Desde hoteles para viajar con perros a Nueva York hasta los secretos de destinos tan sugerentes como el Gran Cañón, Las Vegas o San Francisco. Sus ‘Viajes Perrunos’ demostraron a nuestros lectores que viajar con un compañero peludo es, si cabe, más enriquecedor.
No obstante, con Canela también aprendimos que hay mansiones para mascotas, tiendas especializadas y servicios de belleza que vuelve locos a los animales de compañía. Y también la conocimos a fondo. Supimos de sus manías, su estrecha relación con algunos miembros de su familia, sus lugares favoritos y sus rutinas. Por todo aquello que nos enseñó, el cariño que le profesó a su familia y el amor que ellos le demostraron en todo momento, hoy nos despedimos de ella. Ella no nos eligió a nosotros pero nosotros sí la elegimos a ella, por eso siempre será un miembro más de nuestra pequeña gran familia. Adiós, Canela, también fuiste nuestra mascota.