Así es el majestuoso hotel palacio con el que Ritz-Carlton llega a Marruecos
Es un oasis de lujo rodeado de más de 400 hectáreas de bosques y jardines
The Ritz-Carlton Rabat, Dar Es Salam. Ese es el nombre completo del lujoso hotel palacio con el que la prestigiosa firma hotelera llega a la capital de Marruecos. Es un remanso de paz rodeado de 440 hectáreas de bosques y jardines y a pocos metros del Royal Golf Dar Es Salam.
Nada queda al azar en el diseño y decoración de este palacio. Los interiores han sido meticulosamente diseñados para representar la historia y la cultura del país. Y a la vez, se integran sutilmente toques modernos a través de un mobiliario elegante.
El vestíbulo, una estancia majestuosa
Su enorme vestíbulo es una de las principales muestras de ello. El alto techo muestra una artesanía meticulosa y bellamente adornada con muqarnas, un elemento icónico de la arquitectura islámica que también se puede contemplar en la Alhambra de Granada. Todo para coronarse con una cúpula decorada con patrones geométricos y florales, con colores de verde, oro y toques de rojo.
Las paredes están adornadas con frescos marroquíes que transforman el yeso en obras maestras. Todo gracias al buen hacer de los artesanos locales, que relatan las historias y leyendas de Marruecos a través de sus delicados motivos.
Pero la principal llamada de atención del vestíbulo se encuentra en una llamativa y brillante lámpara de araña rococó. Esta se alza majestuosamente, añadiendo un toque teatral que armoniza con la decoración general.
Descanso y gastronomía en el nuevo Ritz-Carlton de Marruecos
Este increíble espacio da paso a un establecimiento con 100 habitaciones y 17 suites, todas con terraza privada con vistas a la piscina y los jardines; incluida una Suite Real de 180 metros cuadrados que también recrea la esencia del arte islámico y marroquí.
Junto a ello, la experiencia gastronómica en The Ritz-Carlton Rabat, Dar Es Salam es una celebración de la diversidad y riqueza de los sabores internacionales y de Marruecos. Los huéspedes pueden saborear las delicias tradicionales mediterráneas, así como innovadores platos de fusión, que prometen un viaje culinario memorable. Y para una velada inolvidable, su ‘bar clandestino’, el Blind Tiger, está inspirado elegancia de la década de 1920.
Un ocasis de lujo y paz
El hotel también cuenta con espacios para reuniones y eventos como el Gran Salón de Baile que puede acoger hasta 400 invitados. Además, incorpora 2.200 metros cuadrados de espacios exteriores para eventos, que se complementan con 454 metros cuadrados de espacios interiores distribuidos en tres salas.
Así, este palacio se configura como oasis de paz, lujo y opulencia para descubrir una ciudad vibrante y bulliciosa que se encuentra a unos minutos en coche. Rabat fue designada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2012 y es reconocida como la capital cultural del país. La ciudad ofrece una armoniosa combinación de monumentos históricos y modernos, mezclando maravillas arquitectónicas islámicas con galerías de arte contemporáneo.