«Algo tendrá el agua cuando la bendicen», dice el dicho popular. Y algo tiene Mallorca para que cada año sea el destino vacacional de millones de personas, incluidas celebrities y royals. Sus aguas cristalinas, sus pueblos blancos, su gran oferta de ocio y sus alojamientos de alto standing convierten a la isla en uno de los lugares más visitados de nuestro país. De hecho, Mallorca ha experimentado un crecimiento espectacular en los últimos años. Así lo atestiguan la implantación de los vuelos directos desde Estados Unidos y la inversión allí de millonarios como Amancio Ortega o Rafa Nadal. Sin duda Mallorca es una isla especialmente querida por su aire cosmopolita, su rica gastronomía y varios hoteles de lujo que sirven como reclamo para las almas más exquisitas del planeta.
Uno de ellos es Cap Vermell Grand Hotel, un lujoso resort ubicado en el valle de Canyamel que el pasado mes de marzo abrió sus puertas anunciando una ambiciosa propuesta para esta temporada. Con un marcado carácter mallorquín y referencias de al arte local y el patrimonio cultural de la isla, dispone de villas independientes y 142 habitaciones de lujo con terraza o balcón privado son un reclamo para quien busque descanso, naturaleza y confort.
En el terreno gastronómico es un lugar seguido de cerca por gastronómadas y amantes de la cocina de alto nivel. El motivo es que posee el único restaurante con dos estrellas Michelin y dos soles de la Guía Repsol de las Islas Baleares. Hablamos por supuesto de Voro, con el chef Álvaro Salazar a la cabeza, al que se suman otras propuestas de primer nivel como el restaurante hindú también estrellado The Crossing; y el pop up Roka, especialmente querido y valorado en la isla.
Balearic, con gastronomía mediterránea; Ses Oliveres, con propuestas fusión y magníficas vistas al valle; y Hedonist club, con una carta saludable y productos locales, redondean esta oferta que entra por los ojos y conquista el paladar.
También con vistas a la naturaleza, en un lugar idílico y alejado de masificaciones encontramos otro de los hoteles de lujo que son destinos en sí mismos para quienes visitan Mallorca. Se trata de Kimpton Aysla Mallorca, un resort ubicado en Santa Ponsa, a 14 kilómetros de Palma, y con unas instalaciones perfectas para quienes quieran disfrutar de la actividad física en un entorno paradisíaco.
El complejo cuenta con un gimnasio resort y permite practicar yoga, fitness, spinning así como alquilar bicicletas para recorrer la cercana y conocidísima sierra de Tramontana.
Los amantes del medio acuático encontrarán seguro en sus piscinas infinitas los lugares perfectos para seguir en forma; y quienes prefieran el palo o la raqueta podrán jugar al golf o el tenis en las instalaciones del Club de Golf de Santa Ponsa o del Mallorca Country Club Tennis & Padel. Todo para relajarse luego en su exclusivo Wellness club, con el primer spa en España de la firma Maison Codage; o agasajar al estómago en sus restaurantes.
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