Ian Lancaster Fleming fue lo que hoy llamarían un niño pijo. De familia acomodada de la alta burguesía inglesa, estudió en los mejores colegios de Inglaterra. Obtuvo Doctorados en lenguas modernas, también fue periodista y Durante la II Guerra Mundial sirvió como capitán de fragata en la División de Inteligencia Naval británica, al servicio de su Majestad. En 1953, inspirado por sus vivencias como agente de Su Majestad, escribe ‘Casino Royal’. A partir de aquel año escribió trece libros más cuyo protagonista, James Bond, años más tarde el cine se encargaría de encumbrar.
Ian Fleming tenía vivencias suficientes para argumentar sus novelas de espionaje, pero contaba además con una imaginación superdotada. Viendo la muestra sobre los 50 años de Estilo Bond me atreví a compararlo con Julio Verne e incluso con el mismísimo Leonardo. Sus artilugios sirvieron de inspiración para las nuevas tecnologías, como también en su tiempo lo fueron los inventos de Da Vinci o Julio Verne.
En 1962 la novela ‘El satánico Dr.No’ es llevada al cine. Sean Connery pedirá por primera vez «un Martini con vodka, agitado, no batido«, para convertirla en la bebida más icónica del séptimo arte y el Agente secreto de Su Majestad será desde entonces uno de los hombres más deseados y sexys del mundo.
50 años después y como preámbulo al lanzamiento de la próxima película ‘Spectre’ protagonizada por 007, Madrid se viste de Bond para recibir una muestra que está dando la vuelta al mundo. Designing 007: 50 Years of Bond Style puede verse hasta el 30 de agosto en El Centro Cultural de la Villa Fernán Gómez. El mismísimo Cristóbal Colón, quien también estuviera al servicio de su Majestad, lo acoge bajo sus aventureros pies.
Varias salas temáticas recogen una auténtica experiencia que hará las maravillas de niños y grandes y los fieles seguidores de la saga más famosa del cine podrán pasar horas admirando artilugios, inventos, zapatos asesinos, brazos mecánicos, dientes de metal, trajes espaciales, maquetas, vehículos reales e inventados transformers. En total más de 500 objetos originales entre los que se incluyen decorados como la mesa de póquer de ‘Casino Royal’ o el Despacho de M, punto de partida de todas las misiones de Bond.
Nada más entrar en la muestra nos recibe el mítico Aston Martin BD5 que en ‘GoldenEye’ recorría una autopista en la Riviera francesa y que luego fue remodelado para asemejarlo en ‘Skyfall’ al primer modelo que Bond utilizó en Goldfinger y al que se le puso incluso su primera matrícula, BMT 216ª.
Una vez dentro, la experiencia multimedia nos transporta de inmediato al más puro estilo Bond, James Bond. Los vestidos más famosos y lucidos por las más hermosas espías que jamás aparecieron en la gran pantalla se reúnen junto a pistolas como aquella en oro del malvado Scaramanga. El esmoking blanco de Roger Moore en ‘Octopussy’, soberbia elegancia británica junto a los temidos dientes de Tiburón.
El traje espacial de MoonRaker antítesis de los bikinis más famosos de la historia, como el que lució la mítica Ursula Andress con cuchillo incluido en ‘Dr No’ (1962). Veremos también el auténtico traje icónico Bond, de corte tubo, creado por la sastrería de Anthony Sinclair para Sean Connery contra Dr. No. Así nació una seña de identidad que fue éxito de ventas durante los años 60.
Los libros de Ian Fleming, que murió dos años después de la primera proyección cinematográfica de su saga, son libros de ciencia real, no de ciencia ficción, pues muchos de sus inventos fueron luego testados, maquetados y probados en la realidad. No en vano la propia Nasa ha colaborado con varias de las producciones. Así nos lo explicó Rosita Blake, artífice junto a su empresa Murray Blake & Associates de esta muestra sin precedentes.
Junto a los objetos más recordados podremos ver fragmentos de películas, bocetos y diseños de vestuario así como de los inventos más curiosos de la saga e incluso los dibujos de los decorados, como el Palacio de Hielo que también se muestra en una gran maqueta.
La propia Rosita Blake, después de pasear su muestra por las ciudades más importantes del mundo como Londres, Shangai, Melbourne, Toronto, Moscú o Rotterdam, asegura que «Madrid era un lugar especial para acoger Designing 007: 50 años de Estilo Bond», ya que nuestra capital aúna glamour, estilo, moda, diseño, clase y tradición. Una ciudad perfecta para acoger el más puro mundo Bond.
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