La piedra preciosa de Brad Pitt

Es sin duda una incorporación inesperada al club de las piedras preciosas y semipreciosas utilizadas en la alta joyería pero su entrada ha sido fuerte: acaparando portadas y alfombras rojas. La turquesa es la gema natalicia del mes de diciembre y de celebrities como Brad Pitt, Britney Spears o Woody Allen.

Se cree que su nombre proviene del francés antiguo y significaba “piedra turca”. Aunque Turquía nunca ha tenido yacimientos de turquesa, durante más de 2000 años se han comercializado las famosas turquesas de color perfecto que provenían de Irán y de la península del Sinai también conocida por los nativos como el país de las turquesas. La pureza de color siempre ha sido considerada el factor determinante de su valor.

Conocida como la piedra azul verdosa que dio honor al color azul turquesa, este año ha tomado especial protagonismo cuando Cate Blachett deslumbró a todos en la alfombra roja de los Oscars con su Little Black Dress diseñado por John Galiano y el maxi collar de turquesas de Tiffany & Co. Un collar que sorprendió a todos y, especialmente, a joyeros de medio mundo. Con ella, la turquesa había saltado de la joyería en plata y la ornamentación, a la alta joyería de la alfombra roja mas importante del mundo. 

Aunque ha sido apreciada durante miles de años por sus cualidades profilácticas o de protección ante las enfermedades; se pensaba incluso que su color cambiaba de acuerdo con el estado de salud de quien la portaba y que además servía de protección ante las fuerzas malignas. La turquesa nunca ha sido una de las piedras más valoradas para la alta joyería, aunque se le ha dado mucha importancia en la orfebrería y la ornamentación. Prueba de todo ello la encontramos en que una de las máscaras más importantes jamás descubierta por los arqueólogos, la máscara de oro del Tutankamon está decorada con turquesas.

La durabilidad de la turquesa como gema para la joyería siempre ha estado en entredicho, ya que no llega a alcanzar 6 puntos en la escala de mosh por lo que se encuentra por debajo incluso de materiales tan frágiles como el vidrio, y por otro lado es una piedra muy sensible al sol, a la luz y al contacto con cualquier agente que no tenga un ph neutro. Cuando se usa hay que tener especial cuidado con que alcoholes, lacas y cremas porque pueden hacer que la piedra se deshidrate o pierda la intensidad de su color.