Desde 1913, Prada ha sido símbolo de distinción y calidad pero no fue hasta que Miuccia Prada, nieta del fundador, tomara las riendas de la firma en 1978 para revolucionar la antigua firma conocida como ‘’Fratelli Prada’’. Supuso un antes y un después, los bolsos adquirieron más personalidad y la palabra exclusividad se veía nada más verlos. Comenzaron fabricando maletas y mochilas de cuero pero su debut subió como la espuma cuando presentaron un bolso de nylon llamada Pocone, su primer icono.
Desde entonces han ido creando colecciones más vanguardistas, modernas y clásicas pensadas para una mujer autodidacta, sin fronteras y con carácter. El estilo de Prada siempre ha sido muy particular. En el prét-à-porter, la mujer Prada siempre ha realzado remarcado su feminidad pero con un aire masculino, eso le otorga a quien lo lleva comodidad y diseño atemporal.
Con los bolsos pasa lo mismo. Cada año presentan colecciones con aires frescos pero con raíces clásicas. Son piezas atemporales y que combinan perfectamente con otras colecciones anteriores presentadas.
En estos últimos años, la firma italiana ha ampliado su familia de marroquinería, creando una imagen dirigida a un público determinado y añadiendo nuevos miembros al clan. Todos ellos bautizados con nombres que homenajean una década o suscitan la cultura.
Es el caso del Bibliothèque, un bolso de mano completamente abierto y que carece de cierre. Lo que más destaca de él son sus laterales, realizadas en piel con un diseño plisado, lo que hace que simule las hojas de un libro.
El Esplanade es otro bolso femenino y chic que guarda un fantástico diseño. La piel saffiano viste a este bolso estructurado y algo pesado, pero la seguridad y el confort que da este bolso es inigualable.
El Pionnière es una bandolera con un diseño muy masculino. Es sencillo, clásico pero a la vez alternativo. Luego se unieron otros modelos a la família como el Paradigme, que guarda gran similitud con el Esplanade, el Corolle o el recién presentado Quilt, realizado total y únicamente en tela acolchada.
Pero sin duda, la joya de la corona es el Cahier, llamada así por su diseño que recuerda a un libro de los secretos donde apuntas cada día tus sueños.
Un modelo que fue el caramelo del desfile y que se ha convertido en un éxito, agotándose las unidades en pocas semanas. Por similitud en minaudière, nombre al que se le atribuye a los clutch joyas, podríamos compararlo con la Petite Malle de Louis Vuitton pero con un espacio menos limitado, más barato y, opinión personal, más trendy.
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