Viajamos a Suiza, al precioso pueblo de montaña Le Locle, reconocido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad por sus características y por su trabajo constante en favor de la relojería. Queremos conocer el futuro de una de las marcas del sector más exclusivas de primera mano y nos impacta visitar el centro neurálgico de la empresa. Espacios que podrían pertenecer a una película, como su taller abuhardillado o los rincones llenos de historia que son el corazón de una empresa que sabe mucho de precisión y también de rendir tributo a sus héroes.
La visita es un recorrido por la historia, no sólo de la relojería, sino de la tecnología, de la moda y las tendencias. Desde los relojes más sencillos, hasta los más complejos pasando por piezas de edición limitada o para todos los días.
La precisión de Zenith se deja ver en su zona de alta relojería, donde puedes apreciar de cerca el trabajo milimétrico de sus artesanos, que dedican especial atención a cada minúscula pieza colocada de manera artesanal, precisa, con lupas y gafas de aumento para no perderse detalle. Tienen por supuesto ayuda de unas máquinas increíbles que trabajan a tal velocidad que es hasta difícil ver el ensamblaje.
Durante la visita pudimos hablar con el Consejero Delegado de la compañía, Julien Tornare, para conocer no solo hacia dónde va el sector, sino hacia dónde va la marca y el futuro que le espera en la alta relojería, porque las ferias SIIH y Basel de 2019 no van a contar con el grupo Swatch, que ha decidido dejar la cita para centrarse más en el cliente.
The Luxonomist: ¿Cómo puede afectar a la marca?
Julien Tornare: Lo que nosotros podemos decir hoy es que en 2019 vamos a estar en las ferias. Más adelante, ya se verá.
TL: ¿Qué apuesta tienen por el mercado femenino?
JT: El futuro es de la mujer, por supuesto, y nosotros en Zenith lo sabemos y trabajamos en ello. No es que queramos hacer relojes para mujeres, hacemos relojes. Da igual si los lleva un hombre o una mujer. Es muy importante entenderlo porque el mundo está cambiando. Y nosotros queremos hacer relojes, algunos más pequeños, con diamantes, y más grandes con otras piezas. Queremos alejarnos de las etiquetas, aunque es verdad que a veces tengamos ediciones más o menos femeninas.
TL: ¿Y para los millennials?
JT: Un reloj es un regalo muy especial porque da mucha información sobre tu personalidad; los anillos que llevamos, los pendientes, el coche… y el reloj es una pieza clave en este sentido. En Zenith trabajamos para ello. A la generación más joven, a los millennials, necesitamos enseñarles que los relojes de lujo también son para ellos.
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