Los secretos de belleza de la reina Isabel II para lucir estupenda a sus 94 años
El experto en monarquías Bryan Kozlowski revela en un libro los secretos de la reina Isabel II para lucir estupenda a sus 94 años.
A sus 94 años, Isabel II es la reina más longeva de la historia. Lleva 67 años en el trono de Gran Bretaña y ni siquiera una pandemia mundial ha podido con ella. Tal es su buen estado de salud, que se espera que en los próximos días tanto ella como su marido, Felipe de Edimburgo, reciban la vacuna contra el Covid-19. Este buen estado físico y mental de Isabel II no se lo debe solo a su buena genética (su madre Isabel Bowes-Lyon murió a los 101 años), sino a varios secretos. O no tan secretos. Porque su rutina de hábitos saludables ha sido revelada por el experto en monarquías Bryan Kozlowski en el libro Larga vida a la Reina: 23 reglas para vivir como la monarca reinante más longeva de Gran Bretaña.
La reina Isabel II da paseos diarios y evita una exposición prolongada al sol
Según cuenta Bryan Kozlowski, el buen envejecer de la reina Isabel II es en parte debido a otro de sus secretos: el ejercicio que realiza casi a diario. La reina suele dar caminatas rápidas acompañada de sus corgis, de los que se dice ha llegado a tener hasta 30 correteando por palacio. A esto se le suma su pasión por los caballos y sus habituales paseos montada sobre ellos.
Junto a su estado físico, su aspecto joven es otro de los factores que la hacen lucir perfecta en cada uno de los actos a los que acude. Y es que según revela el libro, la reina Isabel II huye del sol y se ha mantenido alejada de él durante décadas. Prueba de ello es su destino de vacaciones en verano, el castillo de Balmoral. Además, apenas utiliza maquillaje y suele aplicarse cada día productos de Cyclax y la crema hidratante Milk of Roses, cosméticos muy básicos y al alcance de todos los bolsillos.
Una alimentación sencilla en la que no faltan el té, los sandwiches y el alcohol
A estos buenos hábitos se le suma una buena alimentación. Bryan Kozlowski destaca la experiencia de Isabel II durante el racionamiento en la Segunda Guerra Mundial, para explicar que prefiere comidas sencillas. Asegura que el ritual preferido de la monarca es tomar el té con sándwiches y bollos. «Ella toma siempre la porción más pequeña del pastel. Como suelen aconsejar los dietistas, debe darse permiso para comer dulces de manera ocasional».
Unos hábitos que corrobora el que fuera cocinero de la reina durante 11 años, Darren McGrady. El chef contó el año pasado a la revista Vanity Fair cómo era la dieta diaria que seguía la monarca. Reveló que desayunaba todas las mañanas cereales Special K y que seguía un almuerzo sencillo a base de pescado con verduras o pollo a la parrilla con ensalada. Cada tarde toma un té con sándwiches de pepino, salmón ahumado, huevo y mayonesa o jamón con mostaza, y galletitas y pastas de McVitie. Y los domingos un asado bien hecho.
Kozlowski también destaca en su libro la afición de Isabel II por bebidas alcohólicas como la ginebra, el champán y el Martini. Según contó Darren McGradil, la reina tomaba hasta cuatro bebidas alcohólicas al día, una práctica que también seguía su madre. «Los psicólogos la llamarían una bebedora autotrascendente, pero ella no dejará que el alcohol interfiera en su propósito», señala Kozlowski.
Otro de los secretos de Isabel II es que también ejercita la mente
Junto al cuerpo, Isabel II también es una asidua a ejercitar la mente. El autor señala que la monarca se prepara continuamente leyendo la actualidad y estudiando documentos. «Uno de sus pasatiempos favoritos es ayudar a los primeros ministros durante las sesiones informativas en el Palacio de Buckingham al mencionar un asunto político o constitucional del que no saben nada».
Un hábito saludable, que junto al ejercicio diario, la alimentación y su cuidado personal le hacen predecir a Kozlowski que Isabel II vivirá incluso más que su madre. «Tiene esta disposición para adaptarse, lo que elimina el insidioso estrés que se obtiene al resistirse al cambio. Eso contribuye a la longevidad y una existencia plena con seguridad».